El resultado del “no hagan ola”

El kirchnerismo lo hizo: logró que la agrupación Sur le arrebatara, después de un invicto de 28 años, la conducción de la FUC a la Franja Morada. Se trata no solo de la tercera fuerza estudiantil en la UNC, sino que no controla ninguno de sus 15 centros de estudiantes.

Por Gabriel Osman

fuc-asamblea-uncEl kirchnerismo lo hizo: logró que la agrupación Sur le arrebatara, después de un invicto de 28 años, la conducción de la FUC a la Franja Morada. Se trata no solo de la tercera fuerza estudiantil en la UNC, sino que no controla ninguno de sus 15 centros de estudiantes. El entusiasmo que pusieron los kirchneristas de La Bisagra y su mentor, Francisco Tamarit, en la derrota de los radicales tiene su correspondencia en la abulia rectoral para no involucrarse en el acontecimiento.
Se trata del cada vez más inconsistente criterio de “no hagan ola” con el que el Rectorado quiere poner distancia entre administración y política. Todo en la universidad de la Reforma, que se prepara para celebrar en dos años el centenario de aquel magno acontecimiento que radió sobre toda la política regional.
La agrupación que se alió a La Bisagra para derrotar a La Franja es la misma que en la Asamblea Universitaria de marzo se alió con Hugo Juri para destronar al kirchnerismo después de nueve años en el poder. Hay reproches desde el oficialismo hacia Patricia Altamirano, líder espiritual y material de Sur. Son inexplicables porque Altamirano ha seguido escrupulosamente la línea de sus intereses en las dos ocasiones.
La derrota del sábado será el precedente de la Asamblea Universitaria que debería deliberar en octubre y parir una reforma electoral (y política). Se verá si el radicalismo universitario se regala a sí mismo la oportunidad de rever esta táctica administrativista y descafeinada de no reconocer el componente agonal del poder en el ámbito donde se ejecuta el tercer presupuesto público de la provincia.