Juan Schiaretti reconoció en Eduardo Angeloz la búsqueda de “consensos” durante sus mandatos como gobernador de Córdoba, en el homenaje que el peronista le ofreció ayer al radical en el Centro Cívico.
En su discurso, Schiaretti sostuvo que Angeloz “llegó a una provincia lacerada por la dictadura genocida y fue capaz de entender la situación social, buscar los consensos y actuar desde su impronta radical junto a todas las fuerzas políticas”. “El le devolvió a Córdoba el autoestima que la dictadura le quitó”, afirmó.
Schiaretti le entregó a Angeloz la distinción “Brigadier General Juan Bautista Bustos” y le regaló un bastón de mando.
“Yo sé que vos nunca precisaste un bastón de mando porque siempre tuviste decisión y coraje para manejar esta provincia, pero quiero que me aceptes este bastón, de otro gobernador constitucional, para reparar las injusticias de la historia”, le dijo el peronista al radical.
En realidad, Angeloz no recibió un bastón de mando de Rubén Pellanda, el último gobernador del Proceso, porque Córdoba no tenía ese atributo. El bastón de mando fue incorporado, junto con la banda, por José Manuel de la Sota en 1999, de tan fascinado que estaba por ganar la Gobernación por primera vez, en el tercer intento.
En el acto de ayer, presenciado por un público mayormente radical, pero compuesto por dirigentes de todos los partidos políticos, Schiaretti aseguró que Angeloz “conoce el valor del diálogo, que es tolerante y que siempre ha buscado los consensos”.
“Lo caracteriza ser un hombre de convicciones firmes, de una gran honestidad intelectual, porque nunca hemos visto que haya resignado sus ideales en función de alguna conveniencia personal”, recalcó.
“Pero sobre todo -continuó – es buena persona. Yo no he escuchado nunca a ningún cordobés que diga que el Pocho le jugó una mala pasada; siempre ha sido un hombre leal y de buena madera”.
“Yo soy de una generación que creció viendo el inútil enfrentamiento entre radicales y peronistas. Pienso que aquel enfrentamiento estéril, que comenzó a salvarse con el abrazo entre Perón y Balbín, se consolidó con la vuelta a la democracia, fundamentalmente porque en el orden nacional había un presidente que comandaba eso, que era Raúl Alfonsín, y en el orden provincial, había un gobernador que fue capaz de pilotear ese regreso a la democracia y fue Eduardo César Angeloz”, recitó.
El café prohibido
“Algunos jóvenes no saben lo que quiere decir que un gobernador peronista reconozca hechos de un gobernador radical. Cuando yo era pibe, si hubiéramos tomado un café, juntos, un peronista como vos y un radical como yo, nos hubiera valido la expulsión a vos de la unidad básica y a mí del comité. Para felicidad de todos los argentinos, todo ha cambiado”, dijo Angeloz.
“A las convicciones no se renuncia. Lo importante es discutir, dialogar, hasta comprender cuál es el punto equidistante. Lo significativo es el intercambio y el saber poner en claro esas convicciones que uno abraza”, agregó.
En la conferencia de prensa que dio luego del homenaje, Angeloz opinó sobre varios temas de la actualidad política. Al gobierno de Mauricio Macri lo comprendió en muchas de sus medidas porque debe recuperar el país del kirchnerismo. “Consecuentemente, va a haber ésta y más dificultades”, señaló. Puntualizó entre las positivas la “reparación histórica para los jubilados”, y entre las negativas el aumento de las tarifas.
Además, el ex gobernador radical destacó el apoyo de Schiaretti a Macri para “encontrar puntos de vista que nos satisfagan a todos”.
Respecto de la gestión de Unión por Córdoba afirmó que “a la provincia la veo mucho mejor y tiene proyectos muy importantes, una provincia que quiere crecer”. Y de Ramón Mestre, consideró que hay aciertos y errores.
Finalmente, cuando le preguntaron por la municipalización del Paicor, que él criticara, expresó que “el gobernador sabe que yo puse el grito en el cielo”.