“Progretómetro” macrista: no al aborto; si al cannabis

En la misma línea que su antecesora, el presidente Mauricio Macri fijó postura en contra de la interrupción voluntaria del embarazo. Sin embargo, no descartó que la gestión que encabeza promueva iniciativas para legalizar el cannabis con fines terapéuticos.

ilusra-macri-rastafariAl igual que su antecesora, Cristina Fernández de Kirchner, el presidente Mauricio Macri se pronunció en contra de la posibilidad de que se legalice el aborto.
Cabe recordar que en reiteradas oportunidades, Cristina Fernández de Kirchner expresó su postura contraria a la interrupción voluntaria del embarazo.
Pese a que la opinión favorable sobre el aborto sumó adhesiones de legisladores y referentes del kirchnerismo, la ex mandataria siempre fue crítica en cuanto a la posibilidad de que se habilitara la práctica.
El debate sobre el tema divide a la sociedad argentina y si bien llegó al Congreso Nacional varias veces perdió estado parlamentario, porque nunca obtuvo dictamen de comisión y lo llegó a tratarse en el recinto.
A fines de junio, militantes y diputados de todo el arco político presentaron el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), impulsado por la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Es la sexta vez que intentan que el tema figure en la agenda legislativa.
La iniciativa fue lanzada por primera vez en el 2007 y prevé la legalización de la práctica en cualquier caso; es decir, aún si el embarazo no es producto de una violación o no hay riesgo de vida para la madre.
En una entrevista con la agencia mexicana Notimex, Macri dijo que apuesta por “defender la vida” y aseguró que durante su gestión no impulsará ni respaldará ningún proyecto sobre interrupción del embarazo.
Enviándole un mensaje a la Iglesia Católica, declaró: “Siempre me quedo del lado de la defensa de la vida, independientemente de que hay protocolos que hay que cumplir, pero creo realmente que ese valor es algo que tenemos que reconocer como central”.
Sin embargo, el presidente se mostró más abierto respecto a la posibilidad de que se legalice la marihuana para uso medicinal, acercándose en ese punto a sectores con ideas más progresistas.
Así, sostuvo que no descarta que el uso del cannabis se libere con fines terapéuticos, aunque aclaró que primero su Administración va a estudiar cuáles son los resultados que tiene Uruguay, uno de los países que avanzó en esa dirección.
“No me cierro a nada, soy una persona pragmática, pero vamos a tomar las cosas con mucho cuidado”, aclaró.
El año pasado, el Poder Ejecutivo dio el primer paso al respecto, cuando le permitió a los padres de una nena de tres años con una epilepsia que le causaba 300 convulsiones por día traer aceite de cannabis desde el exterior. Los papás aseguraron que la calidad de vida de la nena mejoró drásticamente desde que empezó a consumir el concentrado.
En junio, el juez Penal Pedro Pianta habló públicamente frente a los diputados y dijo que la ley de drogas no funciona. Lo hizo en su doble condición de magistrado y de padre de un joven de 25 años que padece epilepsia refractaria y también evolucionó gracias a medicación a base de marihuana.
Pianta relató que durante 20 años viajó por el mundo buscando alivio para el sufrimiento de su hijo y que, como tantas otras personas, ignoraba las propiedades medicinales del cannabis. El juez aseguró que el chico vivía aislado, en un estado de “polimedicación” (tomaba 25 pastillas diarias) y que hace un año probó con el aceite de cannabis y notó cambios favorables; en especial, en lo relacionado a la conexión del chico con el entorno.
En la misma época, el titular de la Administración Nacional de Alimentos, Medicamentos y Tecnologías (Anmat), Carlos Chiale, le informó a la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados que la agencia permitió el ingreso de un considerable volumen de esa medicación. Se trata de un aceite con cannabidiol, el componente principal de la planta de marihuana, que se produce en Norteamérica.
El “uso compasivo” es un recurso que permite comprar en el exterior e importar -sin arancel- medicamentos que no se producen o no están disponibles en Argentina. Para eso se necesita una indicación médica y la constancia de que el paciente no responde a las terapias existentes, entre otros requisitos.
Ante los legisladores, Chiale expuso que Argentina tiene capacidad instalada de laboratorios para producir medicamentos a base de cannabis.
Al parecer, el Macri tomó nota de los reclamos de familiares de pacientes con distintas patologías, quienes en lo que va del año lograron que se autorizaran sus solicitudes para importar productos derivados de la marihuana. De los 85 pedidos que se presentaron con éxito, 80 son para el tratamiento de síntomas de la epilepsia refractaria y cinco para aliviar dolor.
Luego de que se conocieran las declaraciones del mandatario, en un comunicado, el Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB) opinó que los productos con marihuana aprobados para uso terapéutico “deben venderse exclusivamente en farmacias”.
Actualmente, hay cinco proyectos de ley sobre la despenalización de la marihuana para su uso en el campo de la salud, provenientes de la UCR; de Libres del Sur; del Frente de Izquierda y del Frente para la Victoria.
El debate que se aproxima es si los medicamentos con derivados de marihuana, en caso de legalizarse, serán dispensados únicamente en los hospitales públicos o también en las farmacias y cómo podrían producirse en el país, en su caso.
También es previsible que se discuta la posibilidad de que las personas que acuden al cannabis para tratar distintas dolencias (tanto físicas como psicológicas) puedan cultivar la planta.