¿Unidad en Instituto?

En abril se celebrarán las elecciones en el club Instituto. Los referentes políticos mantienen reuniones para oficializar una sola lista.

2016-03-27_INSTITUTO_WEBQue lista de unidad, que elecciones, que uno por un lado, otro por el otro, que nadie quiere sumarse al oficialismo y que nadie quiere hacer cargo de un pasivo de 60 millones de pesos… Todas esas conjeturas tienen sentido en el mundo de Instituto, que cuenta con un delicado presente institucional. La cuestión es que en abril habrá Asamblea Anual Ordinaria, con armado de comicios para el 17 de abril, y el panorama luce con un amplio abanico de posibilidades. No obstante, por debajo de la mesa, se tejen algunas relaciones que podrían dar fruto a una alianza o lista electoral.
El nombre de Gustavo Beggiato sigue sonando. Que se baje sigue siendo una opción, pero desde que renunció a la vicepresidencia en el ciclo actual de Ricardo Morellato, siempre mostró interés en armar otro frente político. Nunca coincidió del todo con su gestión. Mantuvo reuniones con importantes referentes del club, sin embargo, hasta el día de la fecha no tuvo confirmaciones. Desde el otro costado aducen que “amaga” nada más. La semana pasada anunciaban sus cercanos su dimisión total pero nadie se animaría a vaticinar que de nuevo le nazca la intención de participar.
¿Y Leonardo Limia? La última vez no llegó a conformar una lista ni legitimar sus integrantes. El militante peronista, precandidato a intendente de la ciudad de Córdoba por el Justicialismo, cercano, es por ahora quien mostró mayor vocación. Desde años que viene apostando con su ilusión de ser mandatario de Instituto, como a inicios del nuevo milenio, conformando una fórmula con Diego Desiderio, hoy alejado de la entidad. Según se cuenta, promueve una lista de unidad y en las últimas reuniones, nunca tocó el tema de las elecciones. Apunta como muchos, a que haya una madurez en la toma de decisiones en busca de enderezar el rumbo político de “La Gloria”
Después de 30 años Instituto recuperó su lugar en la Liga Nacional de Básquetbol. La irrupción del conjunto de Alta Córdoba en los primeros planos del básquet argentino, se debe a la obra y construcción de un tal Mario Cavagliatto. Enemigo de los micrófonos, trabajador en silencio, Cavagliatto tiene a cargo el departamento de la pelota naranja, sin fisuras. Es más, en las asambleas extraordinarias siempre toma la palabra y es reconocido por sus pares. Su labor en la disciplina básquet solo permite elogios, a pesar de que no figura en ámbitos de protagonismo en esta temporada en la Liga, aunque seguramente logrará esquivar el descenso.
Pero no quiere saber nada. Nada. En su momento recomendó a Morellato la creación del fideicomiso o fondo de inversión, para que mediante aportes de algunos socios notables algunos jugadores y juveniles puedan venderse y conservarse, propuesta que al final no llegó a cristalizarse.
En las redes sociales, el apellido Cavagliatto lidera cualquier encuesta, a pesar de que nunca se postuló. De todas formas, esa plataforma virtual marca el posicionamiento y consideración que tienen socios e hinchas para con el empresario de los camiones. No obstante, su misión parece estar lejos de aspirar al sillón presidencial.
“No tengo nada que ver con las elecciones en Instituto”, sostiene firme Cavagliatto, dejando en claro su postura con respeto al tema. La postura mía es la unidad en el club, los que pasamos por la dirigencia tenemos que apoyar. Tiene que venir gente nueva que quiera al club unido, gente representativa, que trabaje y tenga la posibilidad de trabajar”, afirmó. Consejero de la gestión actual, parece que Cavagliatto solo aportará desde afuera y, según parece, apoyando a la unidad. Es el apuntado que todos quieren como candidato. Todos lo quieren, menos él.

¿Y Baffaro?
Tesorero histórico de la Liga Cordobesa de Fútbol, asistente leal de Emeterio Farías tanto en el organismo cordobés como en la Agencia Córdoba Deportes, Baffaro cuenta con experiencia en el rubro como para proponer, armar y conducir un bloque político. De todas maneras, consultado sobre su intención, se mantiene en la misma línea que Cavagliatto.
“Estoy escuchando las propuestas, qué cosas se quieren hacer. En este momento no puedo decir si me interesa, analizo un montón de cuestiones. A mí me interesa el club, la propuesta, para trabajar por Instituto no hacen falta cargos”, contó en algunas declaraciones periodísticas.
Del lado de Morellato, hay actividad. Ya en el cargo de presidente otra vez tras su licencia, el mandamás conduce el club mientras se prepara una línea sucesora. Lo fue Claudio Petrovic en este lapso en su ausencia, mientras que Tomás Roqué, secretario general del club y persona de influencias en los pasillos de Alta Córdoba, mantiene sus ambiciones políticas. La actual comisión mantiene aspiraciones a pesar que la imagen no es la ideal. Las deudas al plantel la temporada pasada, un equipo ajeno a la vanguardia de la tabla y la ventas apresuradas de algunos recursos, tantos jugadores consolidados (Damián Schmidt a un grupo empresario) como juveniles (Gonzalo Maroni y Agustín Llanos a Boca Juniors), denotan la ausencia de un plan económico viable en virtud de afrontar el campeonato institucional.
Con el concurso preventivo aprobado, en Alta Córdoba ya buscan alternativas. El oficialismo no quiere quedar en la historia como la lista que derivó la quiebra de Instituto, y por eso consiguió auxilio tras la convocatoria de acreedores. Pero la intervención no asoma lejana si no se cumplen algunas pautas que por ahora amenazan con meter a Tribunales en los pasillos del club.
Francisco Ruiz siempre está cerca de la institución. Próximo al ex presidente ahora detenido por la Justicia, Carlos Barrera, don “Paco” es tentado para volver, aunque no luce convencido del todo. Como que permanece desilusionado tras algunos sinsabores, no solo en lo deportivo. Otro nombre que salió a la palestra es el de Hipólito Faustinelli. Candidato a Diputado Nacional por Córdoba en el bloque de la Unión Cívica Radial y Presidente de la Comisión de Vivienda en el Congreso de la Nación, había manifestado vocación de participar. Pero al ser consultado, se refugió en la lista de unidad.
Y con este panorama, tras el repaso, la unidad asoma como la principal alternativa de conducción. El dilema será conocer quién la conducirá y si todos los sectores estarán de acuerdo. ¿Beggiato? ¿Limia? ¿Ruiz? ¿Roqué y Petrovic? En abril saldrán los nombres.