Remake mestrista del subterráneo cordobés

ilustra subterraneo a chinaCuando en el 2010, la entonces presidente Cristina Fernández de Kirchner anunció que le concedería a “su soldado” e intendente Daniel Giacomino la posibilidad de construir un sistema de transporte subterráneo para la ciudad de Córdoba, las condiciones macroeconómicas (precio de las commodities, tasa de cambio y superávit fiscal, entre otras) posibilitaban que la Nación contrajese los compromisos necesarios para realizar dicha obra.
Seis años más tarde, y a pesar de la sintonía fina que el intendente Ramón Mestre cultiva con el gobierno del presidente Mauricio Macri, la realidad estructural de la economía argentina ha cambiado lo suficiente para volver mucho más dificultosa la concreción de dicho anhelo.
Sin embargo, la peor gestión es la que no se intenta. Por ello, el titular del Palacio 6 de Julio entabló conversaciones con empresas estatales del sector ferroviario en el marco de su gira por la República Popular China, en busca de un acuerdo que reflote el proyecto de transporte subterráneo.

Desempolvando expedientes
La creación de un sistema de transporte subterráneo atrae a los mandatarios de toda ciudad de un tamaño grande, como Córdoba, pues su efectividad en cuanto al ordenamiento vehicular al nivel de la tierra es de un impacto mayúsculo.
Así sucedió con el intendente Giacomino, quien ilusionado por el anuncio de su líder política Fernández de Kirchner no dudó en anunciar altisonantemente los suspuestos avances en el proyecto de un subterráneo para Córdoba.
Motorizado por el exsecretario de Transporte Ricardo Jaime, la ciudad llegó a contar con dos proyectos alternativos: uno de ellos propuesto por la empresa China Railway International y otra más ambiciosa elaborada por la Unidad Ejecutora Subte de Córdoba.
Además, la efectivización del proyecto suponía que sería el Gobierno nacional quien tomaría el préstamo internacional necesario para consumar la obra, y no la Ciudad. Sin embargo, el proyecto no sobrevivió a la suerte del intendente local, y no logró prosperar en ningún sentido.

Revival mestrista
En su viaje al gigante asiático, del que también forman parte entre otros los ministros de Agua, Ambiente y Servicios Públicos, Fabián López, y de Inversión y Financiamiento, Ricardo Sosa, el intendente Mestre aprovechó para reflotar las expectativas al respecto de la construcción del subterráneo en Córdoba.
En ese sentido, mantuvo reuniones con la empresa estatal China Railway Rolling Stock Corporation (China CRRC), dedicada a la construcción de equipamiento para servicios de transporte terrestre (colectivos, trolebuses y subterráneos), donde se analizaron las posibilidades de retomar el proyecto que naufragó en la gestión de Giacomino.
De acuerdo a las estimaciones realizadas por funcionarios municipales, el costo actual de la inversión requerida rondaría los 1.800 millones de dólares, que equivaldrían a un monto aproximados de 27.000 millones de pesos de acuerdo al cambio actual.
Para tomar dimensión de la cifra, la misma equivale aproximadamente a tres presupuestos anuales del Municipio cordobés. Si además consideramos que alrededor del 60 por ciento del mismo se destina al pago de sueldos, se debería utilizar el remanente de casi siete presupuestos anuales para cubrir el costo de la obra.
Además, la construcción podría tomar un período de ocho años en finalizarse y ponerse en funcionamiento. Si el intendente Mestre lograse iniciar las obras durante su actual mandato, la inauguración posiblemente no se daría durante la gestión de su sucesor inmediato, sino de quien ocupase el Palacio 6 de Julio en el período subsiguiente.
De acuerdo a los detalles brindados por los funcionarios, el convenio no solo abarcaría el financiamiento y la construcción de la obra, sino también la explotación del servicio por un período de 50 años.
La concreción del proyecto supondría una doble dificultad para la Municipalidad: uno financiero, ante los obstáculos que enfrentaría hoy para el endeudamiento internacional, y otro económico, pues la puesta en funcionamiento del sistema podría acarrear costos no trasladables al pasajero, que deberían ser absorbidos por el propio municipio.

Otras gestiones
Además de explorar la posibilidad de concretar la construcción del subterráneo, Mestre trabaja en gestionar inversiones para otras tres temáticas de pleno impacto en la realidad de la ciudad: el alumbrado, el tratamiento de los residuos urbanos y la construcción del anunciado nudo vial de Plaza España.
Al respecto de las luminarias, el intendente buscaría conseguir la instalación de tecnología LED en el sistema de alumbrado público cordobés, lo que permitiría economizar tanto en el uso de energía eléctrica como de reposición de las lámparas. Además, conseguir una mejor iluminación abonaría a los acuerdos realizados con el Gobierno provincial en materia de seguridad.
En lo que se refiere a la basura, el titular del Ejecutivo municipal viajó acompañado del titular de la Corporación Intercomunal para la Gestión Sustentable de los Residuos Sólidos Urbanos del Área Metropolitana de Córdoba (Cormecor), José Aiassa.
Dicha entidad, que funciona bajo la tipología de una sociedad anónima integrada por la Municipalidad de Córdoba, los gobiernos municipales de otras ocho localidades del área metropolitana que circunda la capital provincial y el Sindicato Único de Recolección de Residuos y Barridos de Córdoba (Surbac), proyecta construir una planta de tratamiento de residuos sólidos en un terreno que expropiará la Provincia. El objetivo de Mestre y Aiassa en China es conseguir financiamiento e inversiones para lograr avanzar en la construcción de dicha planta, cuyo costo rondaría los 30 millones de pesos.
Finalmente, Mestre concretó reuniones con representantes del conglomerado empresario MCC Tiangong Group, interesado en financiar y ejecutar la obra anunciada por el municipio en conjunto con el Instituto de Planificación Municipal (Iplam) a mediados del año pasado para concretar un nudo vial debajo de la actual Plaza España.