El amor no es eterno

¿Qué les puede ofrecer Cristina a los diputados y senadores peronistas más que una férrea oposición a todo lo que proponga Macri? Esa voluntad destructiva ¿constituye una propuesta que el peronismo pueda mirar con interés?

Por Gonzalo Neidal
gonzalo.neidal@gmail.com

2016-02-03_DIPUTADO_BANCA_webEn la construcción de las predicciones científicas existe el supuesto “ceterisparibus”, que significa algo así como que el resto de los factores en juego permanecen sin modificaciones. En otras palabras: se anuncia un fenómeno que ocurrirá siempre y cuando todo lo demás permanezca sin modificaciones.
Esto viene a cuento porque muchos analistas políticos, sociólogos y periodistas especializados, tras los comicios que consagraron a MauricioMacri, repasaban la composición de las cámaras y vaticinaban enormes bloques del Frente para la Victoria tanto en Diputados como en Senadores.
Razonaban en modo “ceterisparibus”, es decir, no tenían en cuenta que, al dejar el poder el 10 de diciembre, la capacidad de seducción política de Cristina Kirchner sufriría un duro impacto. Ahora, sin poder, sin balcones, sin atriles, sin cadenas nacionales, sin claques de aplaudidores, Cristina vuelve a ser una abogada exitosa y una destacada vecina de El Calafate.
Las cartas se han barajado de nuevo y se ha servido otra mano a los jugadores. En las provincias más grandes Cristina pudo armar las listas con tropa propia. Pero en el resto del país, los diputados y senadores que en su momento fueron leales cristinistas, ahora encuentran un punto de referencia inevitable en sus respectivos gobernadores. Estos utilizaran los votos que tienen en ambas cámaras para negociar con Macri, que está carente de mayorías necesarias para aprobar leyes.
Por eso el bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria se ha reducido en 18 miembros y ha dejado de ser la primera minoría. ¿Qué les puede ofrecer Cristina a los diputados y senadores peronistas más que una férrea oposición a todo lo que proponga Macri? Esa voluntad destructiva ¿constituye una propuesta que el peronismo pueda mirar con interés?
Por supuesto que no hay que cometer el error analítico que señalamos al comienzo. El sistema de alianzas al interior del peronismo se configura y reconfigura una y otra vez, como las imágenes que ofrece un caleidoscopio. Si a Macri le va bien, podrá conquistar voluntades. Si la crisis avanza, el peronismo tenderá a unirse y a tomar distancia para recuperar el poder cuanto antes.
Una de las posibilidades es que el poder del kirchnerismo continúe desgranándose a medida que pasen los meses. Es probable que quienes rodean a Cristina vayan comprendiendo, a medida que pasa el tiempo, que a su Jefa le será muy difícil conquistar el poder dentro del peronismo y mucho más en el país.Cuando esto ocurra, cuando la convicción de la creciente debilidad del kirchnerismo se extienda, el núcleo otrora todopoderoso y mayoritario se irá achicando al modo de la piel de zapa del relato de Balzac. Pero la historia no está escrita. Dependerá de muchos factores, algunos de ellos completamente inesperados y aleatorios.
Pero por el momento, el poder K se está disgregando. No son pocos los dirigentes que se van apartando de Cristina. Quizá sea porque la ven vacía de futuro.