En el Concejo Deliberante, el intendente Ramón Mestre no encontró mayores reticencias a su primera administración. No sólo por la cláusula de gobernabilidad que le reporta la mayoría simple para las iniciativas generales de gobierno. El bloque radical funcionó sin fisuras, pese a algunas amenazas que se subsanaron rápidamente.
También, por la oposición moderada que ofreció el bloque peronista, conforme al llamado Pacto del Panal, rubricado con José Manuel de la Sota apenas asumieron en diciembre de 2011. La concordia bipartidista tuvo su corolario con la aprobación en primera lectura del Ente de Servicios y Obra Pública, con la mayoría agravada que facilitó la adhesión del bloque de Unión por Córdoba. A la cabeza de la bancada del PJ, Alejandra Vigo, la esposa del gobernador electo, defendió la utilidad del organismo autárquico en medio de las críticas opositoras que colocaban un manto de incertidumbre sobre las motivaciones reales de la iniciativa mestrista. El apoyo pudo ser leído como el inicio de un nuevo pacto, esta vez con Juan Schiaretti en el otro polo.
El acuerdo político como escenario de fondo, sumada la necesidad de Mestre de contar con una herramienta que le permita mostrar los resultados que prometió para lograr su reelección, funcionaron como la base necesaria para sostener un proyecto que promete una guerra aguda con el Suoem. Los funcionarios municipales encargados de la negociación aseguraron que no se retrocederá y los concejales ya se preparan para aprobar en segunda lectura el ESyOP la semana que viene.
La audiencia pública será convocada por el viceintendente Marcelo Cossar en estos días: sólo se requiere de una anticipación de 48 horas para su comunicación. Se da por descontado que el jueves 26 los ediles radicales y peronistas aprobarán el Ente. Lo cierto es que no será la única ordenanza de envergadura que deberá pasar por el Concejo antes del lunes 30 de noviembre, fecha en la que vencen los mandatos del actual cuerpo legislativo.
Estiman media centena de proyectos para despachar por orden de Mestre. Las sesiones extraordinarias no son una opción para el debate de ordenanzas clave porque deberían sustanciarse con la nueva bancada, que ya dio sobradas muestras de sus deseos de debutar. Tampoco estará condicionado por las definiciones de la política nacional porque ya sabrá quién conducirá los hilos del Estado.
Qué se aprobará
El responsable del Palacio 6 de Julio prefiere lo seguro y en menos de dos semanas no debería quedar nada pendiente. En agenda se encuentran otros proyectos de relevancia como el paquete económico compuesto por el Presupuesto 2016 (12.302 millones de pesos), el código tributario, la ordenanza tarifaria y los nuevos instrumentos de pago.
No menos importante será el tratamiento de la nueva distribución orgánica. Si bien aún hay hermetismo al respecto, trascendió que Mestre podría reorganizar algunas carteras, unificando direcciones. Varias voces señalas que el intendente ya la tiene en su cabeza y su giro al Concejo es inminente.
Asimismo, se daría el visto bueno a varios convenios urbanísticos, modalidad de concertación público-privada que fue duramente cuestionada por los opositores, en especial por Esteban Dómina. Según confirmaron desde la bancada radical serían al menos tres los que estarían esperando tratamiento. Siguiendo en la órbita de Desarrollo Urbano, se daría el visto bueno a otros comodatos, la mayoría con centros vecinales y se realizarían modificaciones para permitir el uso de suelo en áreas específicas de la ciudad.