Con apuro electoral, Tamarit impulsa regularización de docentes

asamblea universitaria, uncDurante la pasada semana, Francisco Tamarit le dio un nuevo impulso a los dos proyectos que pretenden crear dos nuevas facultades en la UNC. En ésta, el Rectorado dio los primeros pasos para que los docentes interinos alcanzados por el recientemente homologado Convenio Colectivo de Trabajo sean incorporados al sistema de carrera docente, sin concurso de por medio.
De esta manera, el Rector intentaría asegurarse concretar la mayor cantidad de proyectos pendientes posibles antes de enfrentar la Asamblea Universitaria como candidato a la reelección. El actual mandato de Tamarit como máxima autoridad unipersonal de la UNC concluirá el próximo 24 de abril y, de acuerdo a lo que el Rector habría expresado en reuniones privadas con universitarios de los distintos claustros, está decidido a intentar permanecer por un nuevo período.
Sus acciones de los últimos dos años avalan este supuesto, ya que el Rector parece haber orientado íntegramente su gestión a fortalecer su entretejido de poder e influencias. Entre los principales actores de la política universitaria que no integran al círculo adicto del tamaritismo, es común escuchar frases de decepción por lo que califican como la pobre gestión académica del Rectorado.
Los dos temas, que la actual gestión de la UNC pretende aprobar en la Asamblea Universitaria en los próximos meses, estarían principalmente motivados en el apuro de Tamarit por mostrar concreción a sus aliados, en tópicos que a les son particularmente sensibles.

Largo recorrido del Convenio Colectivo
Las facultades se desayunaron esta semana con un documento borrador de las modificaciones que el Rectorado pretende realizar al Estatuto de la UNC en los próximos meses en materia docente. La intención de la gestión es adaptar la norma básica de la Universidad a lo establecido en el Convenio Colectivo de Trabajo de los docentes universitarios.
Si bien la firma original de dicho Convenio entre las centrales gremiales docentes, los representantes del Consejo Interuniversitario Nacional y el ministerio de Educación se produjo en abril del 2014, su puesta en funcionamiento pasó por un proceso dilatado y complejo.
A partir de dicha firma, la comisión paritaria local, conformada por representantes del gremio docente ADIUC y del Consejo Superior, se abocó a redactar una versión particular del convenio para Córdoba. Entre las particularidades de esta versión, posteriormente discutida y aprobada en el pleno del Consejo Superior, se encontraba un “aporte solidario” que se convierte en obligatorio para todos los docentes no afiliados a ADIUC.
Con excepción de los que explícitamente lo soliciten, los mismos deberán aportar al gremio el 1,5 por ciento de su remuneración íntegra mensual por cada aumento anual de sueldo que obtengan.
Sin embargo, esta versión “sui generis” de la UNC, no pudo ser puesta en funcionamiento en dicho momento, dado que la versión original nacional no se encontraba formalmente vigente. El Convenio debía aún ser homologado como tal por el ministerio de Trabajo, trámite que se consumó recién a comienzos de julio de este año, tras intensas negociaciones entre el gobierno nacional y las centrales gremiales.

Primeros pasos hacia la Asamblea Universitaria
Ahora, con el Convenio Colectivo de Trabajo ya homologado, Tamarit impulsa la discusión de uno de los puntos más polémicos del mismo. Se trata de la incorporación de docentes interinos al sistema de carrera docente, mediante el cual los docentes concursados son evaluados y prorrogados en su cargo por un nuevo período, sin necesidad de volver a competir en un concurso abierto de antecedentes y oposición.
La particularidad de la incorporación de estos interinos es que se realizaría sin el hasta ahora imprescindible concurso. Con la sola condición de haber permanecido durante cinco años en el mismo cargo, la UNC daría por entendido que es el profesional más capacitado para ejercer la docencia de los dispuesto a hacerlo, a pesar de que no haya competido abiertamente con nadie.
De esta manera, la Universidad volvería casi un siglo atrás, a los tiempos previos a las Reforma Universitaria de 1918, que consagró el concurso abierto como la única metodología de ingreso a la docencia en las universidades públicas. Simultáneamente, legitimaría como profesores a personas que fueron designados como tales por la simple voluntad de un decano.
El proyecto en discusión solo plantea que todos los docentes interinos que cumplan las condiciones del Convenio serán incorporados a la carrera docente. Los detalles de cuándo se realizará la primera evaluación de los mismos y con qué condiciones, serían discutidos y tratados por el Consejo Superior, en un plazo de cuatro meses desde que se modifique el Estatuto.
Arriesgarse a discutir dichos detalles en la masiva Asamblea Universitaria, compuesta por 247 miembros, podría poner a prueba los consensos de los que goza Tamarit. Un resultado adverso a pocos meses de enfrentar su reelección podría hacer temblar su estructura de poder.
Por ello, el Rector buscaría que tanto la Asamblea Universitaria como el Consejo Superior aprueben sus sendas partes del proyecto antes de la elección del próximo rector, para así contar con dicha medida como un apoyo de sectores ligados a la actual conducción del gremio ADIUC.