El contexto internacional complica más la falta de acción interna

ramiro_sosa_navarro-presentacion-bce-2014[dc]E[/dc]l viento de cola internacional que benefició durante años a la Argentina amaina. Brasil devalúa el real y está en recesión; China devalúa y su crecimiento desacelera y Estados Unidos podría subir la tasa el próximo mes. Las complicaciones externas no hacen más que sumar dificultad al panorama económico interno.
Ese fue el cuadro que pintó en la tradicional reunión mensual de análisis de coyuntura Ramiro Sosa Navarro, director del Instituto de Economía de la Bolsa de Córdoba que también tuvo como invitados al embajador Andrés Cisneros y al periodista Ceferino Reato, quien presentó su último libro “Doce Noches”, sobre la crisis del 2001.
Sosa Navarro describió la situación en China, donde en menos de dos meses la bolsa cayó el 12%. La crisis se produjo después de que, hace un año, el Gobierno instrumentó un programa para desarrollar el mercado de capitales; decenas de millones de chinos invirtieron en acciones y en doce meses acumularon 150% de valoración.
Esa tendencia se cortó en el último mes por los datos de desaceleración de la economía. La incógnita del mercado era si la baja de tasas bancarias para impulsar la bolsa era compatible con el contexto. Ante la caída, el Gobierno suspendió la cotización del 90% de las acciones y financió a la Compañía de Valores del país.
“El valor bursátil representa menos del 12% de la riqueza de las familias chinas, por lo que no afectaría el consumo –dijo el economista-. Lo que sí está claro es que si hay desaceleración y no hay medidas oficiales, la situación repercutirá en el precio de las comodities”.
Por ahora, avanzó en recortar encajes, bajar tasas de interés y poner en marcha un canje de deuda interna. El martes y ayer, además, devaluó 3,5% el Yuan; desde el ’97 no tomaba una medida así. “Si bien puede ser positivo para recuperar competitividad; se interpretó como señal de debilidad de la economía”, indicó Sosa Navarro.
Otro aspecto externo que podría repercutir en Argentina es que el mes próximo se reúne la Reserva Federal de Estados Unidos y podría decidir un alza de tasas. Es que en el segundo trimestre se registraron indicadores positivos como un crecimiento anualizado del 2,8% y una baja en el desempleo.
Respecto de Brasil, en la evaluación el economista apuntó que la devaluación del real hizo sonar la alarma, aunque destacó que es un problema “adicional a la pérdida de competitividad y a la caída de las exportaciones” que ya viene registrando la Argentina.
Insistió en que si en Brasil no cayera nivel de actividad, “también seguiríamos perdiendo exportaciones”. Planteó que, a diferencia del ’99 , cuando la devaluación brasilera fue más abrupta, hoy es más gradual: “Esa historia terminó con que en el 2001 tuvimos que dar un salto; ahora hay más margen de maniobra para acomodarnos, pero no estamos haciendo nada”.
El panorama “no es el mejor”, dijo Sosa Navarro. En Brasil la situación no es buena y en China los mercados leen que la economía está peor de lo que se pensaba, aunque el Gobierno tiene los mecanismos para cumplir con la meta anual de crecimiento del 7%.
“Hay que empezar por hacer los deberes –afirmó-. Las monedas de todos los países que comercializan con Argentina se devalúan frente al dólar, hay una pérdida de competitividad generalizada”.
Explicó que en el primer semestre, mientras que la devaluación fue del siete por ciento acumulada, la inflación sumó el 11,8%; hay atraso cambiario con el dólar y peor está el tipo de cambio multilateral. “No es para hacer futurología y decir que habrá un salto cambio, pero habrá que acelerar y tomar medidas más a fondo”, resumió.
Apuntó que para muchos sectores que están “agonizando” un devaluación puede dar aire, pero “sola no alcanza; ya lo vimos en el 2014 y a poco más de un año estamos hablando de lo mismo”.