[dc]C[/dc]uando ya no se disimula la tómbola de los presidenciables en carrera por los votos de José Manuel de la Sota (1.400.000 para ser exactos), el exprecandidato decidió terminar con las especulaciones sobre su futuro. La intensión fue evidente: mostrar que es un político que seguirá vigente, más allá que no ocupe en el futuro inmediato un cargo ejecutivo o legislativo como se encargó de afirmar.
“Pienso ser presidente de los argentinos algún día”, expresó el Gobernador en la mañana de ayer. La frase, parecía recordar a otra muy similar que estrenó cuando perdió por segunda vez la gobernación provincial en 1991.
Se sabe que De la Sota es un político que se hizo en las derrotas. La del domingo fue una más de su colección, aunque no figuraba como tal. Al ser el candidato más votado en el segundo bastión electoral más importante del país, le tocará desempeñar, junto con Sergio Massa, el rol de árbitro hasta octubre. Los intentos de seducción desde el kirchnerismo-sciolismo son evidentes.
Sólo basta con recordar las declaraciones recientes del jefe de Gabinete de la Nación, Aníbal Fernández, quien sugirió que el voto peronista que colectó De la Sota derramará sobre otro peronista como Daniel Scioli; no Macri, no Massa. “Cada ciudadano es dueño de su voto”, elige responder De la Sota, fingiendo parcialidad.
Ya dejó bien en claro que, al menos en octubre, será orgánico y apoyará a su compañero de frente, el tigrense Massa. La respuesta no conforma porque a las claras se presume un escenario de balotaje entre el exmotonauta y el ingeniero. De la Sota no adelanta la jugada y se muestra esquivo.
“La gente no está preocupada hoy por eso, la gente está analizando qué propuesta va a hacer cada uno. Yo he conformado un espacio que se llama UNA, estamos en ese espacio, vamos a dialogar, cuando se tome una resolución lo haremos pública, hay miles operaciones de prensa, de que habla con Schiaretti la Presidenta que no es cierto, él lo desmintió anoche. No es necesario que se digan mentiras”, manifestó el gobernador con una evidente ofuscación.
Ya Juan Schiaretti se había encargado de cargar el peso de la decisión de los lineamientos del partido en la compulsa nacional (y ratificar la autoridad de De la Sota intra-PJ). “Quien define el lineamiento del peronismo a nivel nacional es De la Sota”, había dicho. El expresidenciable replicó en su cuenta de Twitter la declaración como para que quedara claro.
Y en esa línea posiblemente pueda inscribirse la declaración de ayer, mientras inauguraba obras en la ciudad. De la Sota busca mostrar vigencia en momentos donde las ofertas del kirchnerismo, que fuerza afinidades con el delasotismo otrora impensadas, buscan penetrar en el blindado peronismo cordobés. La puesta en escena busca contener fugas tan usuales en el justicialismo, más en un contexto de incertidumbre de cara a octubre.
El concepto de unidad es la nueva consigna a respetar a rajatabla. No sólo a nivel nacional. En la escala municipal se observó el mismo talante en la noche del martes. Toda la tropa de Unión por Córdoba, encabezada por De la Sota y Schiaretti, dio un fuerte impulso a la candidatura municipal de Esteban Dómina.
El apoyo simbólico se tradujo en hechos al día siguiente. Ayer el gobernador invirtió 20 millones de pesos para una nueva obra vial para la Capital. Serán destinados al mejoramiento de la ruta provincial U113, conocida como Camino Intercountries, que une la ruta provincial E55 con la avenida Recta Martinolli. Son 2.900 metros que se suman a la pavimentación de 1.300 metros de la avenida Los Álamos.