
[dc]E[/dc]rnesto Sanz tiene un desafío importante en las primarias del fin de semana que viene. Su apuesta es conseguir la fidelidad del electorado radical y demostrar el poderío del partido frente a sus socios de la coalición Cambiemos.
En este sentido, dedicó el último fin de semana de campaña a la provincia de Córdoba donde la estructura de la UCR tiene un peso electoral mayor al de otros distritos. Conseguir la movilización del partido en el segundo distrito del país es clave para sus aspiraciones.
En los últimos tiempos, el mendocino ha marcado diferencias con Mauricio Macri. El primer impulso fue la elección para jefe de gobierno porteño. Su apoyo a la candidatura de Martín Lousteau frente al candidato del PRO fue retribuida por este cuando anunció que votaría por Sanz en las PASO. Desde ese momento, el precandidato radical intensificó sus recorridas con el objetivo de entusiasmar al radicalismo en todos los distritos.
Los estrategas radicales consideran que las bajas expectativas ante la candidatura de Sanz pueden finalmente jugar a su favor. Sueñan con convertirse en la sorpresa de la elección si pueden encolumnar el electorado cautivo de la UCR. Argumentan que el despliegue territorial del centenario partido es una ventaja comparativa con la que cuentan por sobre sus socios/adversarios macristas.
En este sentido, su visita a nuestra provincia tuvo el objetivo de capitalizar los errores del candidato del PRO y el consecuente malestar radical. Macri fue el primer impulsor de la candidatura de Luis Juez al senado de la nación, por lo que los radicales lo responsabilizan por la decisión de enfrentar a Mestre en la intendencia y la insólita renuncia (con efecto diferido) a la postulación a la cámara alta que aceptó hace pocos meses.
La incómoda posición en la que Juez dejó al jefe de gobierno porteño le ha impedido trasladarse a Córdoba. Para el candidato del PRO, es casi imposible de explicar que su primer candidato a senador enfrente a su propio partido en la elección local, de hecho, casi no ha hecho referencia a esta situación.
El presidente del comité provincial de la UCR, Jorge Font, abrió el fuego contra Juez. En la próxima, los socios que busquemos tienen que ser gente humana y políticamente sana” dijo en el acto que se realizara en la Casa Radical luego de la inauguración de un busto del ex presidente Raúl Alfonsín en la esquina de Bv. Illia y Chacabuco. También Mario Negri, quien encabeza la lista de diputados nacionales, lanzó una frase contra el novel postulante a la intendencia. “Los volantazos políticos de los últimos días preanuncian de que el triunfo está más cerca de lo que nosotros pensábamos” dijo ante la militancia radical.
A su turno, Ernesto Sanz hizo suya una reflexión que está en la mente de la mayoría de los radicales cordobeses. El precandidato presidencial apuntó contra los responsables de la campaña provincial y, tácitamente, contra la táctica marketinera de sus adversarios macristas.
Después de declararse lejano a los “gurúes”, en referencia evidente a Jaime Durán Barba, Sanz sostuvo: “Ustedes han vivido un escenario provincial en que, estoy seguro, algunos están conformes con un resultado que cuantitativamente no se esperaba. Pero también sé que muchos, en esta campaña provincial, no se sintieron convocados, no se sintieron entusiasmados. La política, como la vida, da revancha, y fíjense la revancha que tenemos por delante. Y ahí no hay excusas, nadie puede hacerse el desentendido”.
Luego, expuso un fuerte apoyo al intendente capitalino, quien no pudo hablar por estar afectado de una fuerte disfonía. “Si alguien quiere saber si la UCR está viva y tiene futuro, que vengan a Córdoba a verlo a Ramón Mestre” dijo el mendocino. La intención del postulante radical es presentar las PASO como un “primer round” en la pelea por el palacio 6 de julio y así solidificar el apoyo del partido hacia su figura.