Schiaretti ignora seducción de Scioli; refrenda pacto con UPC

P05-1[dc]D[/dc]aniel Scioli busca permear sobre el electorado cordobés. Una empresa que amanece complicada por la incidencia de dos nombres propios sobra la provincia: Mauricio Macri y José Manuel de la Sota. Cada unos de estos dos precandidatos presidenciales representa un obstáculo en distinto grado para el oficialismo nacional. El primero porque -antes de reconvertir su discurso luego del desvaído ballotage porteño- gozaba de una intención de voto considerable, según sindicaban las tan volátiles encuestas que pululan en vísperas electorales. El segundo, De la Sota, en todo caso es un líder con clara incidencia territorial, que abona su aspiración rosada desde este, precisamente, su coto electoral.
En primer lugar, el varapalo simbólico del PRO en la Capital Federal parece haber erosionado un cuota parte de la base electoral con la contaba Macri en tierras mediterráneas. Desde Villa La Ñata celebran esta situación, y apuestan a la devaluación del líder recoleto en Córdoba.
Su deseo que no triunfe el PRO en estas latitudes esconde una lógica por oposición, un interés inconfesable: que sea el oficialismo provincia el que se imponga el 9 de agosto. A nivel local, las PASO tienen una importancia relativa para Scioli, que comprobó, luego del 5 de julio, que el kirchnerismo no logra seducir a electorado cordobés. Son las generales la que concentran su interés.
En ese sentido, Scioli lanzó un spot de campaña direccionado exclusivamente a Córdoba. “Me comprometo a trabajar con el gobernador Juan Schiaretti para solucionar lo que está pendiente y lo que necesitan los cordobeses”, dispara el precandidato del FPV con su tradicional tono moderado a la cámara, apelando a la figura del gobernador electo.
“En mi vida siempre hice un culto a la lealtad contra viento y marea, incluso me lo criticaron. A ellos sepan que mi palabra y mi compromiso con ustedes es un papel firmado”, completa Scioli utilizando una palabra tan cara para la liturgia PJ –lealtad- y refriéndose tácitamente a su alimento con el gobierno nacional.
Mientras el spot tomaba estado público, Juan Schiaretti no escatimó en críticas para con el Gobierno nacional, ignorado esta última seducción sciolista. Desde el atril del coloquio de la UIC, el gobernador electo parecía responder al reciente corto publicitario: “Lamentablemente estamos asistiendo a otro ciclo de nuestra Patria donde todos tenemos la certeza que hemos perdido una oportunidad de estar mucho mejor de lo que estamos con el viento a favor que tuvimos”.
“No hubo proceso de sustitución de la importación. Seguimos teniendo la debilidad estratégica de Argentina, de tener saldo en balanza comercial negativa en sector industrial. La concepción feudal es ganar las elecciones y concentrar el poder”, afirmó Schiaretti y cerró su discurso afirmando que “la certeza que perdimos años muy buenos con buen viento de cola”.
De esta forma, el gobernador electo respeta la sociedad con De la Sota, la que se alternó el poder provincial durante 16 años y que completará los 20 en el 2019.
En su trayecto hacia las PASO, De la Sota reforzó este vínculo y designó a Schiaretti como su jefe de campaña para que le cuide las espaldas. Esta jugada tiene como objetivo alambrar la provincia de las avanzadas externas que pueda amenazar la primacía de UPC.
Scioli obviamente está tentado de hacer picardías sobres este blindaje. Por esa razón comanda a sus emisarios más preciados a sembrar fe naranja en Córdoba. En las últimas semanas Karina Rabolini, primero, y el Jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, después se encargaron de esta empresa.
Pero en todo caso Scioli sabe que debe tener sentido de la oportunidad para concretar su desembarco. Antes de las PASO, sólo tiene posibilidades de introducir imperceptibles fisuras en el peronismo cordobés. La sociedad De la Sota-Schiaretti siempre honró sus compromisos.
Los resultados del 9 agosto pulirán la oferta electoral para octubre. En esa fecha radica el principal interés Scioli para destrabar la relación con el PJ provincial. Pero mientras tanto, prepara la cancha.