Schiaretti apuesta al poskirchnerismo

Por Marcos Duarte
mduarte@diarioalfil.com.ar

FRIZZA y schiaretti 01[dc]“É[/dc]l estuvo preso con dos ministros míos, la relación es buena, no tengo mala relación personal con nadie” dijo el postulante oficialista cuando se le consultó sobre su relación con Carlos Zannini, candidato a vicepresidente de Daniel Scioli.
Luego de la entrevista realizada en el programa Córdoba Directo, que se emite por Teleocho, Schiaretti se encargó de reproducir su respuesta en su cuenta oficial de twitter. El gesto no pasó desapercibido para los observadores de la política local.
Si bien el candidato del peronismo cordobés confirmó enfáticamente su apoyo a José Manuel de la Sota en la carrera presidencial, pareciera apostar a una mejor relación entre la provincia y la nación más allá del resultado de la elección presidencial. De hecho se encargó de ponderar su relación con todos los precandidatos presidenciales. Tras sostener que tanto Daniel Scioli como Sergio Massa y Mauricio Macri son personas razonables, agregó que todos coinciden en que “tiene que haber más federalismo, que Córdoba tiene la razón con respecto a la Caja, sea quien sea el próximo presidente vamos a tener buena relación”.
El conflicto permanente entre Córdoba y el gobierno nacional fue uno de los escollos más difíciles para la gestión de De la Sota y el candidato de UPC quiere mostrarse durante la campaña como un gobernante con disposición al diálogo con quien sea electo. En este sentido, eligió responsabilizar a Cristina Kirchner por la situación actual. “A mí me preocupa que en estos años la Nación aumentó los impuestos y se quedó con toda la riqueza. El ingreso bruto no nos damos cuenta que lo estamos pagando, se han hecho verdaderas aduanas interiores, un desastre” dijo para luego concluir rotundamente: “La Presidenta termina su mandato, vienen tiempos mejores”.
El razonamiento de Schiaretti es revelador de una expectativa que comparten, más allá de los alineamientos, todos los caudillos peronistas del interior del país. Esperan un liderazgo de consenso que de vuelta la página que deje atrás la épica jacobina kirchnerista.
La apuesta al poskirchnerismo es una constante en los referentes territoriales del justicialismo. Daniel Scioli, sin enfrentar a los sectores ideologizados del kirchnerismo, cultiva un perfil que les permite ilusionarse con un gobierno moderado sin la polarización a la que fue tan afecta Cristina Kirchner. Muestra de este cambio de época en el peronismo es que los postulantes a gobernador del FPV en las provincias replican el estilo centrista del candidato oficial.
El peronismo cordobés se mantendrá encolumnado detrás de la candidatura presidencial de De la Sota, quien espera exhibir un buen resultado provincial como carta de presentación en las primarias del 9 de agosto que lo enfrentarán con Sergio Massa. Las listas legislativas de UPC quedarán adheridas al candidato que salga triunfador de esa interna.
Pero tanto Schiaretti como De la Sota saben de las dificultades de llevar adelante un plan de gobierno manteniendo un enfrentamiento con el poder central. En este sentido, muchos de sus operadores ya imaginan el escenario post octubre y se encargan de profundizar los gestos de distención.
Además, el histórico pragmatismo peronista también juega su papel. Si el triunfador de la PASO entre De la Sota y Massa no llega al sillón de Rivadavia, es posible una reconfiguración del rompecabezas justicialista. Ninguna de las partes descarta reacomodamientos.
Como para dejar claro lo que ronda los subconscientes peronistas, Eduardo “Lalo” Barrionuevo, candidato a legislador por la Capital de UPC, aseguró en una entrevista televisiva “¿Cuál es el problema de que el peronismo se encolumne detrás del candidato que más votos saque?” para luego vaticinar lo que en los ámbitos políticos se toma como un hecho: “En el caso de que Scioli saque más votos, el peronismo se va a encolumnar detrás de Scioli”.