[dc]C[/dc]órdoba vivió ayer su primera gran jornada electoral de cara a los comicios provinciales del 5 de julio. Más de 100 municipios y comunas eligieron autoridades y definieron parte de la geografía política que se completará en 3 semanas.
Al cierre de esta edición, un primer dato que se desprende de esta elección es la continuidad de los oficialismos en las diez ciudades más importantes; la UCR conserva 7 de ellas. El segundo, es la performance del PJ, que consiguió imponerse en nueve localidades.
En Jesús María -ciudad exenta del esquema de la Triple Alianza- el actual intendente Gabriel Frizzia logró la reelección. La coalición integrada por el PRO y el FC se impuso por sobre el candidato radical, Oscar Picat por cerca de 7 puntos: 43% contra 36 %.
Siguiendo por el norte provincial, en Deán Funes un radicalismo sui generis (sin sello, pero con vínculos con el partido) retuvo la intendencia. Raúl Figueroa, quien enfrenta complicaciones judiciales, logró superar por más de 15 puntos al candidato de Unión por Córdoba y actual legislador departamental, Mario Vázquez.
El radicalismo festejó en Arroyito. Mauricio Cravero fue reelecto con más del 50 por ciento de los votos. La localidad del este provincial fue el epicentro de la celebración radical. El candidato a gobernador de Juntos por Córdoba, Oscar Aguad, acompañó al dirigente de San Justo en la única victoria que tuvo la UCR en ese departamento.
El corredor de la ruta 19 fue el que más disgustos le dio al radicalismo. El peronismo logró hacerse en ese distrito con cuatro nuevas comunas: Devoto, El Tío, La Francia y Freyre. La ascendencia de candidato a vicegobernador, Martín LLaryora, en ese distrito parece haber sido clave para la recuperación de Unión por Córdoba en el departamento del este provincial.
En Malvinas Argentinas, al cierre de esta edición, la candidata de la UCR Silvia González se imponía por sobre el candidato Víctor Mazzalay.
La UCR fue la fuerza que más comunas puso en juego: 41. Si bien pudo ganar algunas localidades, en el saldo del debe y el haber habría perdido dos. De todas maneras lo significativo para el radicalismo fue conservar los bastiones más populosos. Además de Deán Funes, Arroyito y Malvinas Argentinas mantuvo Vicuña Mackenna, Villa de Soto, Monte Cristo y Justiniano Posse.
Por su parte, Unión por Córdoba logró imponerse en nueve localidades antes en manos de la oposición. Además de la performance en San Justo lo hizo en Ambul, San Pedro, Las Albahacas, General Roca y Media Naranja. El candidato de Unión por Córdoba, Juan Schiaretti festejó el triunfo Federico García en Laguna Larga.
El kirchnerismo retuvo sus principales bastiones. En el departamento Unión, el núcleo del Foro de Intendentes, conservó las localidades de Colonia Bismarck, Wenceslao Escalante, Pascanas, Morrison, Noetinger, San Marcos Sud, Benjamín Gould y Viamonte.
El candidato de Córdoba Podemos estuvo en Monte Buey, la localidad que reeligió a Edwin Riva, integrante de una coalición junto con radicales.
En La Palestina, el kirchnerismo sufrió un revés considerable, no en términos cuantitativos sino simbólicos. En el distrito que mejores resultados obtuvo el Frente para la Victoria y localidad natal de Accastello, el radical Cristián Portesio se impuso por sobre Flavio Cativelli -actual intendente- por un puñado de votos.
Aún es muy pronto para realizar un conteo y análisis definitivo de esta elección. Habrá que esperar unos días para que decanten los resultados. Lo cierto es que en que en este tipo de elecciones los límites de las alianzas son menos rígidos y se suceden coaliciones sui generis que equilibran sobre dos fuerzas políticas.
En todo caso vale recordar la génesis de esta elección para comenzar a pensar en los resultados. Los intendentes radicales decidieron despegar sus comicios de las provinciales y lo mismo hicieron los jefes comunales kirchneristas. La decisión surgió como estrategia para retener el poder territorial sin arriesgar las campañas locales a las inclemencias provinciales.
Por su parte, el grueso de los intendentes de Unión por Córdoba optó por plegarse a la campaña provincial. En una jugada de dos frentes, los jefes comunales intentarán aprovechar el derrame de la campaña de Schiaretti –el candidato que con mejores mediciones según las encuestas- y, a su vez, reforzarán la empresa del exmandatario por alcanzar El Panal.