Accastello equilibra “efecto Cacho” para candidato a intendente K

crdoba-el-candidato-a-g_416112[dc]E[/dc]duardo Accastello mantiene bajo siete llaves quién será el delfín capitalino que llevará la bandera kirchnerista en las elecciones municipales. El candidato de Córdoba Podemos especula con la posibilidad de lograr un impacto similar al que obtuvo el anuncio de su compañero de fórmula hace un mes atrás. Y apuesta nuevamente a genera un “efecto Cacho” para sorprender al electorado de la Capital.
La inclusión de Cacho Buenaventura en el binomio que competirá por el Panal el 5 de julio tuvo amplia repercusión mediática y se tradujo en una mayor exposición del villamariense, que habría redundado en algunos puntos en las encuestas, aún no mesurables. No obstante, a pesar de buscar un resultado equiparable, el alfil que designe Accastello para la Capital no tendría la espectacularidad que consiguió con la incorporación de una figura del mundo artístico.
El ungido capitalino, a diferencia de Cacho, sería un hombre de la política. Por el momento sólo hay pistas, placebos que sirven para calmar la incertidumbre. Hay tres características que gozaría quien acepte encabezar la boleta que compita por el Palacio 6 de Julio.
En primer lugar, el candidato tendría génesis peronista; además sería joven y profesional. Los indicios llevan a pensar en José Bianchi, el titular del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación en la provincia.
El ahijado de Alicia Kirchner es uno de los anotados en la carrera K por la Intendencia. Pero se trata de un candidato con poca penetración en electorado. En los últimos meses, Bianchi se encargó de empapelar las calles céntricas de afiches con su imagen, que dista de ser una de más conocidas del espectro K en la capital. “La ciudad de queremos”, el slogan que utilizó Rubén Martí durante su gestión, es la carta de presentación del –arquitecto de génesis peronistas. Un dato de color.
Además hay otro filtro insoslayable que deberá pasar el candidato K por la Capital: el visto bueno de la Casa Rosada, parada obligada para cualquiera que aspire a llevar el rótulo kirchnerista.
Esta definición obviamente deja afuera del esquema al resto de los interesados en participar de las municipales: el exintendente Daniel Giacomino, Horacio Viqueira y el exsacerdote Nicolás Alessio, quien fuera uno de los abanderados de la precandidatura K de Ernesto “Tatú” Bernabey por la gobernación, ahora alineado con unión por Córdoba. Un lastre difícil de remontar.
Una válvula de escape para destrabar las pretensiones de los tres aspirantes podría ser ocupar el segundo lugar en la boleta. Pero ya estaría reservado. Hay dos condiciones que dieron a entender desde Córdoba Podemos: que sea peronista –la más ambigua –y que se trataría de un ex decano de la UNC.
Ahí los márgenes de duda se achican. Los indicios llevan a pensar que Gustavo Irico, dos veces decano de la Facultad de Ciencias Médicas y acutal responsable de los equipos técnicos de la Capital, sería el favorito para secundar la boleta.
Durante la última elección de rector, Irico fue una pieza clave para que Francisco Tamarit llegara a la poltrona máxima de la Casa de Trejo. Luego de coquetear con el delasotismo, el exdecano inclinó su favor para que el sucesor de Carolina Scotto también fuera un kirchnerista. La intervención de Martín Gill con el exdecano fue decisiva para esta empresa.
Pero lo cierto es que por ahora Accastello prefiere guardar silencio sobre su favorito en la Capital. El argumento central se basa en que el intendente Ramón Mestre aún no definió la fecha de las elecciones. Allí descansa la definición del villamariense.
Allegados a la campaña de Córdoba Podemos estiman que recién después del 5 de julio, el kirchnerismo definirá a su candidato. Tiene sentido, Accastello ya dio un golpe de efecto con el anuncio de Cacho y no requeriría de otro similar para apuntalar su campaña.
Además un anuncio de esas características podría generar varios heridos al interior del kirchnerismo. La capital siempre fue el distrito más hostil de la provincia para la Casa Rosada una jugada a destiempo de Accastello podría repercutir en la carrera por El Panal.