Vigilia política por decisión de Massa

Por Juan Pablo Carranza
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crdoba-el-gobernador-jo_415467[dc]S[/dc]ergio Massa se desvive con guiños explícitos y encuentros privados para lograr que Mauricio Macri lo tenga en cuenta para competir en una interna opositora anti K en la provincia de Buenos Aires. Los gestos se fueron sucediendo uno detrás de otro durante la última semana, pero la negativa del PRO fue contundente.
La estrategia del purismo amarillo impulsada el gurú ecuatoriano Jaime Duran Barba, primó por sobre el pragmatismo hiperaliancista por el que brega Massa y el ala política del macrismo. Y cerró, al menos por ahora, todas la puertas de una incorporación del Frente Renovador al esquema que el PRO comparte con la UCR y la CC.
Estos movimientos del diputado nacional inquietan a José Manuel de la Sota y sus operadores, que están expectantes a lo que suceda en los próximos días, como el resto del mundillo político. El miércoles, cuando venza el plazo en la Justicia Electoral Nacional para presentar las alianzas, se despejará la incógnita: si Massa juega por dentro o por fuera del esquema de UNA. La confirmación de la candidatura presidencial depende de un par de días más.
También para el miércoles los dos precandidatos presidenciales tienen previsto el primero de los tres debates televisivos antes de las PASO. Los encargados cordobeses aún consignan la cita en su agenda. No obstante, la incertidumbre por la decisión de Massa sobrevolará los próximos tres días.
Por lo pronto De la Sota eliminó de cuajo la posibilidad de conformar una megaalianza anti K junto a Macri y el resto de los socios. Curiosamente, ambos comparten ese límite. Amén de ser una barrera política, es imposible suponer que el gobernador propicie un acuerdo totalmente incompatible a nivel provincial. No hace falta entrar en detalles para entender que es inviable un hecho de esas características.
La última visita de Massa a Córdoba –en las que participó de la jornada TIC junto a su, hasta ahora, adversario – estuvo ensombrecida por los crecientes rumores de su deserción de la carrera presidencial. Pero el tigrense no desistió.
Paso seguido Francisco De Narváez declinó su candidatura a gobernador. Este “baño de humildad” –para usar un término en boga- del empresario era la estación previa a la renuncia de Massa en la carrera por el Sillón de Rivadavia.
El líder del Frente Renovador utilizó luego a sus alfiles –como lo hizo hace unos días para pedir a De la Sota que acepte la vicepresidencia que rápidamente objetó- para insistir con una nueva inclusión dentro de la interna PRO-UCR-CC. “Ya más gestos no podemos hacer”, dijo el intendente de Junín, Mario Meoni. Fue la explicitación de que el tigrense ofrecía abdicar su pretensión presidencial, bajar a la contienda por el primer distrito electoral del país, y lograr conjugar a las principales fuerzas opositoras dentro de un armado heterogéneo para desbancar al kirchnerismo.
En su edición del sábado, La Nación da cuenta de un encuentro privado entre Macri y Massa en la casa de De Narváez junto a Duran Barba. El resultado fue la ratificación de sus posturas, pero sin ningún acuerdo. El líder del PRO optó por el purismo, mientas el titular del Frente Renovador clamó por la concreción de un acuerdo anti K.
Para su incorporación a la Triple Alianza nacional, Massa esgrime dos argumentos: 1) sin su presencia dentro de este esquema, el kirchnerismo tiene el camino asegurado para que Daniel Scioli retenga la Casa Rosada –incluso en primera vuelta-. Y 2) le obstruye al oficialismo la elección de la provincia de Buenos Aires.
Es en ese distrito donde radica ahora el principal interés del diputado nacional, que comprobó luego de dos años en el Congreso la necesidad de asirse sobre puestos ejecutivos para retener el poder. Tanto él como De Narváez tuvieron victorias pírricas en la provincia Buenos Aires contra el kirchnerismo.
El empresario no logró luego del 2009 convertirse en un actor gravitante de la política y Massa cada día pierde mayor capital político. El proceso depilación -según describe Jorge Asís- que sufre el tigrense se incrementa minuto a minuto. En las últimas semanas el kirchnerismo repatrió a 9 minigobernadores hasta hace pocos días integrantes del Frente Renovador.
De todas formas, nada le garantiza al PRO que el caudal electoral de Massa se incline por la Presidencia de Macri. De hecho algunos analistas estiman que ese público se repartiría entre Scioli y el jefe de gobierno porteño en proporciones 60/40.
Los movimientos del diputado nacional del Frente Renovador tienen muy atento a De la Sota, que busca consolidar el espacio peronista anti K. En última instancia, ya sea que Massa se baje a la provincia acompañando a De la Sota o a Macri, el gobernador ha logrado, al menos según señalan algunas encuestas, una mejora de su intención de voto. Entra a tallar en esta jugada el rol del resto del peronismo anti K. En el que el gobernador goza de buena aceptación.
Es posible que sus acciones hayan crecido a instancias de esta exposición . Pero de ahí a alcanzar el último lugar en el podio es más complicado. Hay que tener en cuenta también la performance que logren Ernesto Sanz, Elisa Carrió y Margarita Stolbizer en las PASO.
Una retirada de Massa le deja a De la Sota el camino libre para las generales. Es decir que, tal como es su sueño, competiría en octubre. De máxima, el objetivo del gobernador es conseguir que el tigrense pegue su boleta a gobernador con su aspiración presidencial.
Un buen resultado bajo esa alianza –con considerables desempeños en los dos principales distritos electorales del país- le permitiría a De la Sota cotizar en un próximo escenario nacional.