[dc]T[/dc]an solo un mes después de la presentación del frente Unidos por una Nueva Argentina (UNA), los precandidatos a la Presidencia Sergio Massa y José Manuel De la Sota compartieron un acto con dirigentes de todo el país, inmersos en un escenario distinto a aquel que los vio unirse.
A diferencia de ese momento, hoy son más las dudas planteadas sobre la permanencia en carrera del tigrense, quien viene sufriendo una sistemática pérdida de dirigentes por goteo, en un proceso desgastante que lo estaría haciendo analizar cada vez con mayor realismo un descenso a la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, una caída abrupta de Massa a la disputa por la gobernación bonaerense, podría poner en riesgo también la solidez de la aventura nacional del mandatario cordobés.
Con la presencia de ambos como precandidatos a presidente, UNA podría obtener un tercio de los votos en sus respectivos distritos, que reúnen entre sí poco menos de la mitad del electorado nacional. Esa base electoral, sumada a las alianzas que han sabido tejer en zonas menos pobladas, podrían garantizar que el frente se ubique cerca de sus dos principales contrincantes: Daniel Scioli y Mauricio Macri.
Sin embargo, los cerebros del Frente Renovador (FR) no estarían convencidos del efecto que una boleta encabezada por De la Sota podría tener sobre un Massa candidato en la gobernador. Pero los tiempos que tienen para llegar a una conclusión no son amplios, el próximo 10 de junio finaliza el plazo para constituir alianzas de cara a las PASO, por lo que la continuidad del Pacto de Palermo entre Massa y De la Sota quedará sellada en 10 días. Es por esto que el gobernador cordobés intentaría llegar en los mejores términos a dicha fecha límite.
En busca de solidificar la alianza con Massa, De la Sota participó el sábado de un evento en La Rural en Capital Federal, que reunió a dirigentes del espacio UNA de todo el país. En dicho encuentro, la presencia cordobesa estuvo signada por el delasotismo, que se hizo presente con intendentes y legisladores provinciales y nacionales.
Por el lado de los “cordobeses con Massa”, la participación fue menos populosa. El legislador provincial Rubén Borello fue una de las presencias más destacadas del massismo mediterráneo, que además contó con dirigentes del Peronismo Renovador.
Los dos precandidatos, al dirigirse a los presentes, ensalzaron el frente que conforman como la representación de la tercera vía, repitiendo el relato que coloca a Macri como representante del pasado, “los 90”, y a Scioli como encarnación del presente kirchnerista. La fortaleza de su alianza estuvo en boca de ambos.
Entre los dirigentes nacionales del espacio, se hizo presente el candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, Francisco De Narvaez quien reivindicó su postulación. Luego de sucesivas bajas de precandidatos y algunas fugas al kirchnerismo, De Narvaez consolidó su candidatura única por el espacio. Sin embargo, la misma tambaleó durante el fin de semana pasada debido a un sorpresivo hecho en el que el Renovador le pegó a un periodista.
Desde el delasotismo destacaron la visibilidad y presencia nacional que la participación en UNA le está brindando al gobernador. Además, insinuaron que esta semana Massa podría bajar a Córdoba para participar de la Semana TIC, evento organizado por el Gobierno provincial.
La apuesta de De la Sota estaría puesta en las elecciones provinciales del próximo 5 de junio. De las seis elecciones provinciales que tendrán lugar hasta esa fecha, solo los comicios cordobeses podrían garantizar un triunfo para el frente UNA.
En Santa Fe y Capital Federal, ninguno de los dos aspirantes a la Presidencia cuenta con candidatos suficientemente instalados, y los escenarios indican que los triunfos serían para el PRO o frentes integrados por el radicalismo.
En Mendoza y Tierra del Fuego, por otra parte, los candidatos apoyados a Massa tienen chances de ganar, pero en ambos casos mantienen acuerdos más firmes con el PRO que con el FR, por lo que difícilmente el tigrense podría hacerse con la foto triunfal.
Río Negro será la única disputa donde un candidato massista, el actual gobernador Alberto Weretilneck, tiene chances reales de ser electo para el período 2015-2019. Sin embargo, deberá vencer al presidente del bloque de senadores del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto, quien contaría con todo el apoyo del kirchnerismo.
Mientras tanto, la fórmula de Juan Schiaretti y Martín Llaryora podría garantizar el quinto mandato consecutivo a Unión por Córdoba, lo que sería leído como un fuerte espaldarazo a la candidatura de De la Sota, mentor del espacio. Hasta tanto, el gobernador se enfocaría en mantener firme su entente con Massa, para mantener así su sueño de llegar al podio presidencial.