Passerini cristalizó su precandidatura a la gobernación

15045266701_ff7684db7a_o[dc]E[/dc]l tablero peronista viene agitado. En capital, al menos una decena de hombres -y una mujer- han manifestado intenciones para pelear por el sillón principal del Palacio 6 de Julio. Afiches y mini actos por doquier se vieron desde mediados de noviembre en adelante.
Por otro lado, este fin de semana se desarrollará el congreso peronista que le pondrá reglas a las internas por cargos electivos a disputarse el 12 de abril del año que viene, y eso mantiene en vilo a todos.
A todos, inclusive a los que quieren ser gobernadores. Juan Schiaretti, Martín Llaryora y Daniel Passerini. De éste último ayer hubo novedades, porque en un singular y nutrido acto en el club General Paz Juniors, más precisamente en el estadio del albo, avisó formalmente al partido que se presentará en las internas y armó una demostración de convocatoria.
No la tiene fácil el actual titular del Ministerio de Desarrollo Social, porque sus dos rivales tienen peso. Un es un ex gobernador con buena imagen público y otro es un dirigente joven que ha sabido meterse rápido en la élite justicialista y cuenta con un grupo de trabajo propio. Sin embargo, Passerini confía en las posibilidades que le pueda llegar brindar una cartera tan importante para el mundo peronista, como es la que encabeza en el Panal. Y se sustenta -como argumento electoral- en las dos “experiencias” que tiene como ministro y en los dos períodos al frente de la intendencia de Cruz Alta.

Renovación
En la previa, el ministro salió a hablar y dijo que es su intención dar continuidad al periodo de 16 años de Unión por Córdoba en el poder, al que los tildó como bueno y exitosos. Y claramente dejó expuesto que el segmento en el que compite peronismo adentro es el de la “renovación”.
“La renovación no significa cambiar dirigentes viejos por dirigentes jóvenes; eso sería una discusión simplificada. La discusión tiene que ver con respetar las formas de participación de la gente. Mucha gente no participa de la actividad partidaria, o porque no se abren las puertas o porque la política deja mucho que desear”, afirmó en un medio universitario.

Autocrítica
No obstante, también remarco que el peronismo viene teniendo bajas performances y que es deberá mejorar si quiere mantenerse en la principal posición de poder de la provincia.
“La última elección, de octubre, fue una severa indicación de la sociedad para el peronismo de Córdoba. Creo que el peronismo tiene que rediscutir muchas cuestiones para seguir gobernando. De hecho fue una elección pésima, especialmente en la Capital. Se vienen dando resultados malos, en los tramos que sea, salvo cuando el candidato es De la Sota, que garantiza una buena elección”.

Continuará en el cargo
Hubo una cuestión polémica introducida en los últimos días. ¿Los precandidatos que forman parte del gobierno provincial deben o no renunciar para afrontar la campaña?
En ese sentido surgieron diferencias entre Llaryora y Passerini. El primero pateó el tablero y salió a decir que renunciaría. Esto no cayó bien a la cúpula del Panal, y menos al ministro de Desarrollo Social. En un primer momento se rumoreó que De la Sota, para evitar problemas mediáticos, había dado la orden de renuncia para el que quiera jugar. Pero evidentemente luego se replegó. Así que el ministro de Desarrollo Social se queda en su cargo.
“Por lo pronto, no tengo pensado renunciar. Es una decisión personal. Si en algún momento considero que hay una incompatibilidad, voy a ser el primero de hacerlo”, afirmó.