[dc]L[/dc]a economía inflacionaria que experimenta Argentina azota el bolsillo de las clases asalariadas y también impacta en los servicios públicos, generando la tan poco deseada espiral. El tema del costo del pasaje de ómnibus urbano es nada más que un ejemplo de ello.
La noticia que se supo este fin de semana a través del diario Día a Día es que los empresarios del transporte pidieron a la Municipalidad un incremento en el valor del ticket. Superaría los 9 pesos el estudio de costos de los representantes de las nuevas prestatarias que trajo el intendente Ramón Mestre.
Por ejemplo, el gerente de la empresa de transporte Ersa Urbano, Roberto López, dijo en un medio universitario: “En la tarifa anterior de $5,30 el costo nos daba $6,60. Si a ese valor le agregamos el 40% de inflación con la que terminaremos el año, estamos en 9,24. La estructura de costos no es descabellada”.
Inclusive, en esa empresa de origen correntino afirman que tanto los costos fijos como los variables se han disparados y que “un colectivo en el cálculo del año pasado costaba 800 mil pesos y hoy cuesta 1,3 millón. Estamos hablando de una diferencia superior al 60 por ciento”.
En medio de una especie de repunte de la gestión Mestre en materia de transporte (acostumbramiento de la gente, difícil saberlo), semejante cifra pedida por los empresarios podía impactar de lleno en la consideración popular. Por eso el secretario de Gobierno y ex alfil radical en el Concejo Deliberante, Javier Bee Sellares, salió rápidamente a llenar el vacío informativo con la consideración oficial.
Dijo que no habrá aumento hasta después de diciembre, que la Municipalidad ya opera un sistema de subsidios que permite a las prestatarias subsistir, pero no descartó que el análisis comience ahora, con la formalización de la petición de los privados.
“Es cierto que ha ingresado el pedido formal de los empresarios y ahora habrá que analizarlo oportunamente. Sin embargo, hubo un compromiso firmado hace poco menos de dos meses, por el que la Municipalidad entregó 15 millones de pesos en subsidios para evitar incrementos en la tarifa durante el año aún en curso”, señaló.
Y dijo: “La Municipalidad va a analizar el tema, pero no es ahora el momento para hacerlo ni para hablar de cifras que exceden largamente lo que se puede dar en la discusión. No hay que llevar zozobra a los vecinos. Es posible que el aumento llegue recién el año que viene. Una vez que el Municipio haga su propio cálculo, será el Concejo Deliberante el que tenga la última palabra para determinar un eventual aumento”.
En otro orden de cosas, por supuesto que la oposición rechazó toda posibilidad de apoyar un aumento de tarifa. El edil Miguel Siciliano, hombre del bloque Eva Duarte, señaló en cba24n fue punzante: “No puedo entender que exijan un tarifazo, teniendo en cuenta el servicio que están prestando. Hoy todo el sistema de transporte debería tener 600 coches con rampa, pero sólo hay 28. Por ley, la frecuencia debería ser de 3 a 4 minutos y 10 minutos en horarios pico, pero tenemos frecuencias de hasta 50 minutos. Los colectivos no tienen calefacción, no tienen aire acondicionado”,
“Discutamos los precios, pero primero discutamos los servicios. Si el estado municipal no nos representa ante los empresarios, exigiéndole lo que debe exigirles, los vecinos quedamos presos de los empresarios”, concluyó.
Lecturas
La administración de la ciudad encara por estas épocas un periodo donde el objetivo político tiene que ver con recuperar la imagen pública perdida tras las denuncias de corrupción y de ineficiencia. Pero una suba de boleto siempre -y esta vez no sería la excepción- impacta negativamente.
El 2014 es el año con mayor inflación en los últimos 23, no es electoral. El 2015 sí. Y Bee Sellares, quizás el vocero mestrista más autorizado, sale a decir que no habrá incremento. ¿Será políticamente racional aumentar entonces en el año donde se eligen autoridades municipales? ¿Aguantará el sistema con la inflación existente? ¿Habrá subsidios explícitos o solapados para cubrir el incremento de gastos?
No está claro el plan del mestrismo. Habrá que esperar algún tiempo más para saber con certeza cuál será la vía que prepara la administración radical para financiar a los empresarios. De acuerdo a cómo vienen siendo las cosas desde fines de 2011 a esta parte, difícil es que no se nutra las peticiones privadas.