Década ganada, vacas perdidas

Por Gabriela Origlia

[dc]L[/dc]os cierres en el último mes de Estancias del Sur y Carnes Huinca en Córdoba no sorprenden. La pérdida de 500 puestos de trabajo es la consecuencia esperable de la política ganadera que optó por limitar exportaciones para privilegiar precios bajos en el mercado interno y terminó por destruir al sector. Desde que, en el 2006, el Gobierno decidió intervenir en el mercado de las carnes se destruyeron 20 mil empleos, 138 frigoríficos cerraron, se perdieron 10 millones de bovinos y Argentina dejó de figurar en los primeros puestos de los rankings de exportadores. Y, como si fuera poco, el precio interno está apenas por debajo de lo que paga un europeo.
Según el último informe de la Cámara Argentina de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra) en los primeros cinco meses del año el consumo interno retrocedió 3,7% respecto de igual período de 2013. Esto significa unas 39.300 toneladas menos. El indicador anualizado señala una baja del 4,6%, 2,8 kilos menos por año por habitante que en igual lapso del año pasado. Para la Cámara es la respuesta de la gente a los altos precios; mientras siga la pérdida de poder adquisitivo se buscarán reemplazos.
Los últimos números indican que también bajaron la producción y la exportación. En el primer caso, 6,4 % por debajo del volumen de mayo del 2013; las ventas afuera se desplomaron un 21% interanual en el primer cuatrimestre del año.
Los funcionarios nacionales no escucharon las advertencias y las alertas de los empresarios del sector. Ya es parte de las anécdotas de Guillermo Moreno el día que recibió a los industriales frigoríficos en su despacho y –mientras lo esperaban- los “entretuvo” con la marcha fúnebre. Fue el ex Secretario de Comercio el impulsor de la zaga de medidas que empezaron a enterrar al stock ganadero y, junto a él, a las plantas.
La administración de José Manuel de la Sota busca una salida para Estancias del Sur, como también la intentó para Carnes Huinca. Reaccionó tarde, cuando ya las decisiones empresarias estuvieron tomadas.
Es cierto que no tiene responsabilidad en el diseño de la política ganadera nacional, pero con hechos anunciados con tanta antelación podría –al menos- haber intentado presionar (junto a legisladores de otros partidos) a la Nación. Ese fue el camino que se siguió con Hughes (también del grupo Marfrig) que estuvo sin actividad entre febrero y mayo e iba hacia el cierre. Todo el arco político cerró filas para sacar adelante la situación.
La responsabilidad de las autoridades del área producción es también adelantarse a posibles crisis, aunque su aporte no puedan ser más que paliativos y disten de soluciones integrales. Tratar de salir hoy a encontrar un comprador para un frigorífico parece una salida poco probable. Quién invertiría en un sector en decadencia. Se acabaron hace varios años los tiempos en que los establecimientos compraban hacienda muy barata a costa del quebranto de productores; hoy los precios son otros y la salida externa sigue cortada. En 2005, la Argentina fue el tercer exportador de carne del mundo, con 771 mil toneladas. En 2013 desapareció de los primeros diez lugares.
Los vecinos no siguieron esa vía. Uruguay estaba séptimo en el 2005 y ahora es octavo, incluso conquistó mercados a los que hoy no llega la Argentina, como México y Estados Unidos. Paraguay lleva desde el 2005 ubicado en el décimo lugar. Brasil, que en los ‘90 importaba carne vacuna, es segundo exportador mundial. Con el stock bovino la historia es similar: Argentina es el país de la región que más perdió hacienda; el resto incrementó su rodeo.
Los datos indican que la mala performance local tiene relación con la política nacional. Desde hace siete años a las retenciones del 15% que paga la carne se le sumaron el cierre de mercados, controles de precios, la obligación a los frigoríficos para que vendan una parte en el mercado interno a precios de quebranto y un mecanismo de obtención de permisos de exportación (ROE) cada vez más complejo. Este lunes Argentina accedió a la cuota de carne vacuna Feed-Lot de la Unión Europea.