[dc]P[/dc]ara el segundo semestre las perspectivas de la economía no levantan cabeza. Esa fue la coincidencia de quienes participaron del almuerzo empresarial de la Fundación Mediterránea, que esta vez tuvo como invitados especiales al ex vicepresidente y referente de UNEN, Julio Cobos y al diputado y ex ministro de Economía, Martín Lousteau. En la apertura, el titular de la Fundación, Martín Amengual insistió que para construir políticas de Estado hacen falta “convicciones y proyectos”. De paso, respondió a los kirchneristas que salieron a criticar la última reunión en la que estuvo Daniel Scioli: “Nosotros hablamos de lo que pasa a lo larga de la historia, no queremos estigmatizar a nadie; quien se sienta tocado, lo lamentamos”.
Amengual planteó que en el país hay problemas sobre los que no se habla, aunque sean importantes. En esa línea mencionó la seguridad jurídica: “En ningún lugar la Constitución plantea que el cumplimiento de la ley es optativo. Hace 40 años que toleramos el avasallamiento de los Ejecutivos y de la Justicia que no hace lo necesario para que se cumplan sus disposiciones”. Subrayó que hay decenas de ejemplos similares, como es la necesidad de crear empleo para lo que se necesitan “argentinos dispuestos a asumir riesgos y crear puestos de trabajo; hacen falta 300 mil Pymes más pero es clave generar una nueva legislación laboral para ese segmento ya que el primer juicio laboral las tumba y hay impuestos elevadísimos porque paga la mitad y hay costos que no se pueden deducir; además de la burocracia que ejerce su peso sobre los privados”.
“Hay que hablar de estos temas; hay que encontrar soluciones compatibles con los intereses de las partes, pero para cambiar hay que empezar a hablar”, sintetizó Amengual y reiteró que el cambio de Gobierno en 2015 se abre una nueva oportunidad. En ese contexto mencionó que el UNEN es un ejemplo de que hay consensos que son posibles, “es una muestra, un avance, pero queda más por hacer”.
Losteau fue el encargado de hacer una proyección de lo que quedará como herencia del kirchnerismo: “Los problemas de la Argentina son mucho más profundos que dólar e inflación; esos sólo son la epidermis. La pregunta es por qué repetimos lo que ya vivimos; son recurrentes porque tenemos un desdén por la administración pública. Hay algo que no se comprende bien de cómo se debe administrar lo público porque la modernización del Estado ha sido un eufemismo para hacer ajustes”.
En su disertación repasó varios de los problemas que atraviesa la Argentina y enfatizó que las crisis recurrentes terminan siendo enormes factores de redistribución de riqueza que hacen “difícil distinguir a quién le va mejor porque trabaja, o porque aprovechó una circunstancia o porque es un ladrón. Así, el mérito pierde importancia”. Mencionó también la inseguridad jurídica: “Cuando una sociedad se la pasa de emergencia en emergencia, la legislación termina siendo insostenible y los contratos se terminan rompiendo para un lado o para el otro”.
Se refirió a que la historia de la pobreza y la desigualdad en la Argentina es la historia de la crisis. “Pegamos saltos, destruimos riqueza y así vamos”, ejemplificó y enfatizó que la noción de “corto plazo” es el otro componente de la volatilidad permanente.
En diálogo con Alfil apuntó que la búsqueda en el exterior de arreglos como el que intenta esta semana Axel Kiciloff con el Club de París, o el que se espera con los bonistas es fruto de los “problemas internos; entonces el mismo Gobierno que se enorgullecía de no tomar deuda está dispuesto a hacerlo a un costo altísimo”. A su criterio, la inflación es el primer problema a atacar por la gestión para poder empezar a resolver el resto de los desórdenes: “No hay inversión porque hay inflación; por eso mismo las expectativas están golpeadas y el consumo cede y esa situación es la que provoca un freno en la inflación”.
Señaló que el Gobierno toma medidas “desordenadas” por lo que los resultados no llegan. “La transición será compleja; lo que queda del año no será fácil. Hay problemas de diagnóstico; el oficialismo no reconoce la inflación o la falta de política energética y entonces poner parches de manera constante y no avanza en las soluciones de fondo”.
En el contacto con este diario advirtió que los movimientos del dólar de los últimos días reflejan un “conflicto a voces” entre el ministro Kiciloff y el presidente del Central, Juan Carlos Fábrega: “La suba de tasas y la orden a los bancos de desprenderse de dólares sirvieron para calmar el momento, pero no resolverán todos los problemas de la economía”. Reiteró que el “consumo se modera y la economía se enfría debido a la devaluación, la suba de tarifas y de tasas y el cierre de paritarias por debajo de la inflación”.
En su exposición Juan Manuel Garzón se centró en el desarrollo económico: entre 1998 y el 2013 los argentinos son en promedio el 30% más rico, pero los índices de pobreza e indigencia se mantienen. “No alcanza con una agenda de crecimiento para resolver los problemas sociales, hace falta una de desarrollo; si pensábamos que recuperando la estabilidad macro desarrollaremos el país, estamos equivocados. Hace falta mucho más”. La agenda de desarrollo debería incluir, a su criterio, al menos cuatro puntos clave: cómo acelerar la tasa de inversión, cómo hacer que haya más empresas que incorporen tecnología, reforma de servicios públicos claves en los tres niveles de Gobierno y mejorar la red de contención y seguridad social.
Juecismo en pleno
Con Luis Juez a la cabeza, la estructura del juecismo en pleno asistió a la presentación de los referentes de UNEN en el almuerzo de la Fundación Mediterránea. Más allá de las diferencias que el movimiento mantiene en Córdoba con la UCR y que impiden replicar en la provincia la fuerza, todos se acercaron al encuentro y saludaron a Julio Cobos. Por su lado, el ex vicepresidente estuvo rodeado en todo momento por Oscar Aguad, Mario Negri y Carlos Becerra. Marcelo Cosar, el viceintendente, se sumó más tarde; llegó justo para escuchar a Cobos.
En Córdoba es el legislador del Socialismo, Roberto Birri, quien se ofreció como una suerte de “mediador” para ver si UNEN puede constituirse en Córdoba; el senador se resiste a acordar con la UCR a partir de las denuncias de corrupción en contra de quienes fueran funcionarios en el gabinete del intendente Ramón Mestre.
“Resignar para sumar”
Tanto Julio Cobos como Martín Losteau ratificaron que UNEN es un intento de “síntesis”, de consenso, de pensar en el largo plazo aún cuando para hacerlo las distintas fuerzas que lo integran deban resignar algo. El ex vicepresidente afirmó que la herencia del kirchnerismo será pesada en “lo ético, en lo institucional y en lo económico. No parece fácil que este Gobierno pueda resolver los problemas porque no tiene credibilidad, no genera confianza”.