Elecciones gremiales: que nadie separe lo que UTA unió

Por Yanina Passero
ypassero@diarioalfil.com.ar

MEGALÓPOLIS
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[dc]E[/dc]n la polis municipal, ciudad-estado fuente inagotable de historias, la actividad política quedaría suspendida hasta que el intendente Ramón Mestre considere que logró repocisionar la percepción general sobre su gestión. Al recambio drástico de caras en su equipo de gobierno, le siguió una concentración de budista tibetano en las tareas insoslayables de todo referente municipal que, en reducidas cuentas, no son otras que alumbrado, barrido y limpieza.
Si el ABC de cualquier administración no se lleva a cabo, poco importa al vecino/contribuyente los sofismas políticos. Se entienden entonces las razones del volantazo. Mestre y los radicales comprendieron que pueden recuperar el tiempo perdido y tomar fuerza para los comicios de 2015. Ahora bien, al menos como espectadora externa, a la actual administración le tocará seguir de cerca tres carreras electorales.
En el año en curso, los tres sindicatos vinculados al municipio se medirán en las urnas en el marco de las elecciones internas para la renovación de las comisiones directivas. De los resultados siempre depende la continuidad o cambio de ¿estrategias? en las siempre ambivalentes relaciones entre intendente y representación sindical. Del desarrollo de la vida democrática también está sujeta la normal prestación de los servicios. Ejemplos sobran para justificar cómo las demostraciones de fuerza a la tribuna interna afectan la vida cotidiana de los ciudadanos. La retención de servicios es la modalidad elegida, sin variantes.
La punta la hará el SURRBAC en días en una elección que promete continuidad por la existencia de una única lista encabezada por el actual secretario general Julio Mauricio Saillén. Hacia finales de año, llegarán los comicios de UTA y SUOEM, en noviembre y diciembre respectivamente. Las actuales conducciones de estos dos gremios con alto poder de fuego buscarán repetir mandato. El referente de los choferes Alfredo “Cuchillo” Peñaloza y el de los municipales Rubén “El Gringo” Daniele así lo confirmaron públicamente, aunque a esta altura posiblemente sea una afirmación que busque mantener alineada a la tropa.
Lo cierto es que las posibilidades de continuidad para ambos secretarios son altas. Absolutas: para el economista de la Lista Verde que cumplirá 30 años en la actividad gremial porque los espacios que aspiran a sucederlo aún están en franco crecimiento. Relativas: para el exfútbolista de la reserva de Peñarol porque su escenario se presenta un poco más caldeado y , además, la filial regional de los choferes cordobeses depende de una entidad madre (UTA Nacional) con injerencia directa en los asuntos internos.
El SUOEM es una federación de sindicatos a raíz de la biodiversidad municipal. Pero ésa deficiencia, Daniele la convierte en su principal virtud: sale inmune de cualquier conflicto. La atomización gremial es parte natural de cualquier sindicato en los tiempos que corren, pero en la UTA la característica se presenta con más irreverencia. En el SURRBAC o en el SUOEM, difícilmente se encuentren llamamientos al paro sin consenso orgánico. En la UTA, sobran casos recientes, de retenciones de servicio convocadas por los choferes en clara señal de desconocimiento de los delegados que ellos mismos votaron.
Pese a esto, es probable que en el transcurso de estos meses no surja una figura antagónica fuerte para arrebatarle la gestión a Peñaloza. Los polos de atención de los choferes son variopintos. No sólo hay varios candidatos con apetencias propias en el sector opositor, los aspirantes emanan de las filas del actual secretario general que ya iniciaron operaciones a su espalda. Por lo bajo, delegados oficialistas coquetean con desafiar a su referente con una lista propia. Igual, propios y ajenos saben que con amagues no habrá resultados.
El líder de los choferes cuenta con la venia de las autoridades municipales que ya lograron desarmar el principal bastión de Peñaloza con la privatización de la Tamse; también de los directivos de las cuatro empresas prestadoras. “Mejor malo conocido…”, acotan lacónicamente.

Mega alianza
Es por esto que en los intersticios opositores de la UTA circula la idea de contraer la polarización evidente del sindicato con la presentación de una única lista para medirse con la nómina oficialista. La semana que viene, prometen sus ideólogos, podría develarse el candidato de la mega alianza que conforman delegados y miembros de juntas ejecutivas de las cuatro empresas prestadoras del servicio.
La terna se divide entre tres aspirantes: 1) el exsecretario de Finanzas de Peñaloza, Ricardo Salerno (Coniferal); 2) Osvaldo Diani, actual delegado de Ciudad de Córdoba y representante del Partido Obrero; y 3) el delegado de Ersa, Luis Astudillo. Según trascendió, el candidato trotskista es quien tendría amplias preferencias de los armadores frentistas.
Si la jugada electoral se concreta –en la UTA toda propuesta tiene un futuro incierto- aumentan las chances de la oposición de batallar la conducción sindical. Las elecciones de delegados post licitación y privatización de la empresa de transporte estatal son una muestra de las dificultades que tiene la actual cúpula gremial para retener presencia en las bases. En Ciudad de Córdoba, ganó la representación de los trabajadores el PO en una pugna que se debatió entre seis listas; en tanto, en Coniferal, el oficialismo logró imponerse por sólo 18 votos.