
“Deseamos que estos cambios le sirvan a la gestión, para que los cordobeses estén cada vez mejor”, afirmó. Los buenos augurios que dejó Pregno fueron un soplo de aire fresco para los mestristas que, junto a dirigentes de otros grupos internos, poblaron con entusiasmo el Palacio 6 de Julio para escuchar al intendente.
[dc]L[/dc]a vicegobernadora Alicia Pregno y el ministro de Gobierno, Walter Saieg, fueron la gran sorpresa en el acto de recambio del gabinete del intendente Ramón Mestre. Pregno llevó el mensaje político del gobernador José Manuel de la Sota: un claro respaldo a la nueva oportunidad que el radical busca tener en el Palacio 6 de Julio.
Los periodistas se abalanzaron sobre la vicegobernadora cuando la encontraron en el salón.
“Hemos venido a acompañar al intendente y esperamos que éste sea el momento en que puedan caminar más tranquilos”, dijo Pregno, quien para mayor ornato de la ceremonia está a cargo de la gobernación porque De la Sota viaja por los Estados Unidos.
“Deseamos que estos cambios le sirvan a la gestión, para que los cordobeses estén cada vez mejor”, afirmó.
Los buenos augurios que dejó Pregno fueron un soplo de aire fresco para los mestristas que, junto a dirigentes de otros grupos internos, poblaron con entusiasmo el Palacio 6 de Julio para escuchar al intendente.
Asimismo, la presencia de la vicegobernadora y del ministro de Gobierno, de muy buena relación con el mestrismo por su trato con el legislador Orlando Arduh, le dio al acto características tan formales como las que corresponden a la asunción de mandatarios.
Nada más podían pedir los mestristas, porque justamente lo que pretenden ahora es dar la imagen de un recomienzo, después de los múltiples conflictos que los estremecieron los últimos meses.
La foto parece sugerir, también, que la restablecida relación entre Mestre y De la Sota, graficada con la visita del intendente a la Casa de Gobierno, tiene una continuidad que en la UCR necesitan.
Habrá sentido de oportunidad en el justicialismo, pero sostener al gobierno de la UCR es un freno a las aspiraciones del siempre temible Luis Juez, quien comenzó a crecer otra vez de la mano de las denuncias mediáticas y judiciales.
Luis Juez
A propósito de Luis Juez, ayer buscó sacarle el jugo al difícil momento de los radicales.
“Esta mañana veía televisión a eso de las siete, verdaderamente azorado. Golpeado por la conducta de varios de sus secretarios, el intendente Ramón Mestre ponía en funciones a los reemplazantes de quienes debieron partir por estar sospechados de estar vinculados con la estafa de CBI, por pagarle a ERSA subsidios que no le correspondían o por apropiarse de quiosquitos para el plastificado del carnet en los CPC”, repasó.
“Envalentonado por cuatro obras que hizo –continuó-, se olvidó de los vecinos que lo hicieron gobierno de la ciudad y le habló al comité”.
Juez trató de aclarar que “por supuesto que no apuesto al fracaso, pero parece ser que para este pibe que hizo de sus amigos de fiesta la Agrupación La Cárcano, cambiar la fachada es suficiente, cuando lo único que está haciendo es esconder a los inmostrables detrás de una fachada”.
“Nosotros vamos a seguir con nuestra conducta: los actos de corrupción no se perdonan y quien se corrompe establece nos planta un límite. A la corrupción no lo la toleramos, no la admitimos, la denunciamos y la perseguimos”.