[dc]L[/dc]a UCR de Córdoba participó ayer de la presentación en sociedad del Frente Amplio Unen compuesto por espacios autodenominados progresistas: Partido Socialista, GEN, Libres del Sur, CC-ARI y el Frente Cívico. Claro, que el centenario partido decidió reservar a su máximo referente, Ramón Javier Mestre, en un intento separatista que cobró dimensiones nacionales ante la ausencia anunciada de “importante intendente”. Los acuerdos nacionales no necesariamente deben tener su correlato en la provincia, más aún si se siente cerca el aroma de una persona a la que le cabe el rotulo de “non grata” para un sector del radicalismo, alineado con el responsable del Palacio 6 de Julio. Luis Juez es el límite para la UCR local que sustenta con argumentos de comprobación empírica: el senador nacional no hizo más que reactivar su rol denuncista sin diversificar el objetivo. Mestre y sus alfiles recibieron todos los dardos desde que trascendió la presunta vinculación de funcionarios de su gabinete con la mesa de dinero de la financiera CBI, pasando por los lazos de camaradería que parecen existir entre la plana mayor del municipio con el empresario correntino Juan Carlos Romero de la transportista Ersa.
La persistencia del exintendente también tendría asidero: según trascendió, las mediciones generales de imagen pública de Juez mancarían una leve tendencia a la suba que dan cuenta que logró captar la atención del auditorio que tradicionalmente le fue afable. Lo cierto es que la hostilidad juecista en medio de un intento de acercamiento entre ambos partidos hace algunos meses (que contó con la venia del propio intendente) funcionó como souvenir del ADN del líder del FC.
Las dosis de acusaciones no solo fueron suficientes para congelar las incipientes conversaciones, sino que sirvieron para blindar a la UCR y redactar una evidente clausula antijuecista tras las abiertas denuncias de “corrupción” y dádivas” que el senador no solo regó en el plano local, sino también refrescó a nivel nacional en los programas de interés general de la tarde (y en la previa del la alianza UNEN). Un contrasentido.
“Es necesario establecer que no se puede construir ningún proyecto serio de gobierno con quien escribió las peores páginas de las historia de la municipalidad de Córdoba”, aseguraron desde la UCR Córdoba en un comunicado enviado anoche a última hora, luego de manifestar su convicción en la necesidad de formar un frente sustentado en valores democráticos.
La divisoria de aguas se acentúa: “Luis Juez llevó el mismo nivel de destrucción al plano político, transformando la injuria, la mentira injustificada, la mofa, el agravio permanente, la violencia, la discriminación verbal a minorías sexuales y étnicas, en un mecanismo de acción política de cuño autoritario”. Y por si no quedó claro, los dirigentes firmantes del comunicado, metieron el dedo en la llaga y recordaron la magra performance electoral del FC en las elecciones legislativas de octubre para sugerir algo así como la máxima que expresa que no hay que morder la mano de quien le da de comer: “El señor juez la emprende contra la UCR y sus dirigentes cada vez que se pretende construir una alternativa de Gobierno en Córdoba, así como agravió a los dos últimos candidatos a gobernador del partido con acusaciones arteras, ahora lo hace con el Intendente de Córdoba con el mismo objetivo”.
En resumidas cuentas, éste fue el sentido de la exposición del presidente de la UCR de Córdoba, Alberto Giménez, a las autoridades del Comité Federal del partido en la tarde de ayer. La discusión que se mantuvo antenoche en el Comité Provincia contó con el respaldo de Ernesto Sanz, según advirtieron fuentes mestristas que participaron de la cumbre.
El amparo nacional fue suficiente para llevar tranquilidad interna a las filas afines al intendente capitalino, aunque no desconocen que la discusión general sobre la “clausula” referida deberá llevarse adelante más adelante. Al menos así lo sugirió el titular de la UCR Nacional.
El mensaje enviado ayer por la dirigencia de la UCR de Córdoba fue claro. Con la participación de importantes dirigentes del espacio, incluso el hermano del intendente, Diego Mestre, quedó demostrado que sigue vigente la convicción de la necesidad de integrar un coalición nacional que no incluya al peronismo. Pero también, ratificaron que cada vez son más improbables las chances de que el frente se construya en la provincia si entre las opciones se encuentra el senador nacional.
Los juecistas que aún albergan la esperanza de un acercamiento se consuelan en vano. “Habrá que esperar el recambio de autoridades partidarias de la UCR a fin de año”, dicen por lo bajo como si la interna ofreciera una luz de esperanza.