Una posta para los viajeros

p13-2[dc]A[/dc]l oeste del Valle de Paravachasca, la localidad de San Clemente es un lugar privilegiado para la pesca de truchas en los cursos de agua de la región. El más importante es el río San José, aunque en la misma cuenca se cuentan los arroyos Los Espinillos, San Pedro y Condorito.
San Clemente ocupa una arbolada franja entre las Sierras Chicas y las Sierras Grandes, con una extensión urbana desperdigada a la vera del camino que atraviesa la localidad y que ha sido pavimentado recientemente. Se accede a ella desde el sur, por una ruta que sale de Potrero de Garay, o desde el norte, por el camino que desvía a la altura de Bosque Alegre. A fines de enero, San Clemente es la sede de una fi esta gaucha que marca el pico de visitantes al paraje. La tranquilidad y el paisaje bucólico emergen como los principales atractivos turísticos del lugar.
La región donde hoy se levanta San Clemente estuvo habitada desde la antigüedad por comechingones o sanavirones. Prueba de ello resultan los numerosos morteros, conanas, restos de cerámicas y puntas de lanzas y fl echas encontrados en el territorio local.
Luego, San Clemente pasó a ser una posta para quienes se dirigían hacia el Valle de Traslasierra por la Cuesta del Argel.