[dc]E[/dc]l conflicto entre la Asociación Gremial de Empleados del Poder Judicial (AGEPJ) y el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) tuvo ayer su penúltimo capítulo. Es que el plazo autofijado por las partes para resolver la demanda por la porcentualidad concluye hoy. Tanto el sindicato, como los vocales del alto tribunal, han preferido guardar silencio en este último tramo de la negociación. Saben de la sensibilidad del conflicto y de lo frágil del diálogo.
Cualquier malentendido, por más mínimo que sea, podría tirar por la borda los avances logrados –no oficiales- y retrotraer la mesa de discusión al punto 0. Ninguno quiere esto. Una nueva interrupción –parcial- del servicio de Justicia, que cuenta en este semestre con 7 paros y el trabajo a código desde el 1º de julio, complicará, aún más, el curso normal de los tribunales. Vale decir que ya hay audiencias fijadas para el año próximo.
Hasta ahora los encuentros parecen tener un buen ritmo. La constancia y el compromiso de guardar silencio de las partes podrían ser un indicio de la buena voluntad de las partes. Pero estos gestos, obviamente, no garantizan nada. No obstante, el encuentro del martes dejó conforme al gremio, según indicaron fuentes sindicales. Un anticipo, quizás, de un posible acuerdo.
Pero también hay otras hipótesis. En caso de que hoy no se llegue a un acuerdo, el grado de madurez de la discusión será la vara para medir las consecuencias. Si los avances son auspicios, es probable que extiendan la mesa hasta arribar a otro acuerdo. Pero si la distancia se extiende, los trabajadores podrían retomar las medidas de fuerza.
Inclusión en el Presupuesto
El apuro por concretar la porcentualidad está en función de los plazos legislativos. El objetivo de la AGEPJ es lograr obtener una ley que les garantice su reclamo, tal como cuentan los jueces con sus pares federales a partir de la Ley de Equiparación. El gremio busca el respaldo del TSJ para que la Legislatura incluya dentro del Presupuesto la nueva forma de cálculo salarial. Los plazos se achican día a día.
No obstante, el sindicato dio de baja su pretensión de máxima: el 100 por ciento de la porcentualidad. Cuando el conflicto estaba en la cresta de la ola, Irina Santestesban y miembros de la Comisión Directiva, acompañados por una masiva movilización se acercaron hasta la Legislatura esta propuesta que finalmente no prosperó.
Tras retomar la mesa de diálogo –por segunda vez- las pretensiones de los empleados de tribunales se redujeron. La disputa ahora está entre el 80 y el 70 por ciento del salario básico del un vocal.
Pero la tensión central versa sobre dos puntos: 1) la incompatibilidad de que el cargo de planta de mayor jerarquía (jefe de despacho) obtenga una remuneración superior a la del funcionario de menor rango (prosecretario), y 2) la base de cálculo del básico de un vocal, donde entran a tallar los ítems adicionales que constituyen el grueso de la conformación del salario. Cuáles incluir y cuáles no, es la discusión.
Último tramo
Mientras tanto, sólo resta un encuentro, el de hoy, para destrabar el reclamo. En la última semana, los representantes del gremio, encabezados por la titular de AGEPJ, Irina Santesteban, se reunieron todos los días con el titular del máximo tribunal, Carlos García Allocco, y la vocal, Mercedes Blanc. En calidad de mediadores participaron la Federación de Colegios de Abogados y la Asociación de Magistrados.