[dc]Q[/dc]uedan en el carretel tres cuotas de incremento salarial que el Ejecutivo deberá terminar de liquidar a mediados de enero próximo, momento en el que vencerá el primer acuerdo paritario de la gestión de Ramón Mestre que se ajustó más a las necesidades de la administración pública que a las siempre ambiciosas pretensiones del Suoem. Un módico 23,57 por ciento (26 por ciento acumulado) en seis tramos, en clara sintonía con lo pactado para el Ejercicio 2013 en otros gremios estatales o vinculados a sus prestaciones, como por ejemplo la UTA.
Con este escenario puede resultar prematuro poner en agenda la próxima paritaria salarial del gremio de los municipales. Pero sucede que las partes involucradas están atentas a las señales que puedan referir a las pretensiones para el acontecimiento de comienzo de año que suele concentrar la atención si se tiene en cuenta que son los recursos de los vecinos los que se ponen en juego. En definitiva, porque del resultado depende prácticamente el excedente de fondos para obras u otras mejoras de los servicios.
En un plano formal, aún no hay una fecha determinada a ciencia cierta para la apertura de la pugna. No obstante, funcionarios y sindicalistas coinciden en que se debe esperar a que se deposite la última cuota del acuerdo 2013 para iniciar con la danza numérica. El momento indicado sería luego del receso de verano, cuando existan proyecciones económicas para 2014 más refinadas.
Además de la fecha, este medio pudo conocer que la gestión repetiría la formación que resultó en un acuerdo sensato para los contribuyentes. En el esquema, estaría sentados los secretarios de Gobierno y General, Facundo Cortés Olmedo y Sergio Torres, respectivamente; con la participación especial y ocasional del viceintendente Marcelo Cossar.
La pretensión oficial se situaría en el orden del 27 por ciento, según se desprende del Presupuesto Ejercicio 2014 que se estudia en el Concejo Deliberante. Cae de maduro que el gabinete de gobierno buscará trabar un acuerdo anual, entre otros motivos, por la previsibilidad que permite para los meses venideros.
Pero lo cierto es que en la conducción sindical liderada por Rubén Daniele hay dos factores de peso que jugarán fuerte en la próxima negociación. En primer lugar, no debe obviarse la realidad inflacionaria que se convierte en la variable de peso a la hora de pautar la escala salarial de los trabajadores. Por el momento, las proyecciones no son muy ajustadas. Consultoras privadas presentan una escala amplia que se sitúa desde el 27 por ciento hasta el 29 por ciento según los más pesimistas.
Mientras, el gremio prefiere jugar con la intriga y no realizar declaraciones taxativas sobre la modalidad de negociación (semestral o anual). Sin embargo, la experiencia del histórico dirigente le marca que, en un año donde los afiliados elegirán con el voto directo quiénes los representarán a partir de 2015, qué mejor que lograr una paritaria ajustada, esta vez, a las pretensiones de los empleados municipales.
Daniele ya adelantó que competirá por su noveno mandato con el objetivo de mantener la tropa alineada y contener furiosas internas. Con sólo pensar en la posibilidad, factible, de hacerse de la conducción si el economista se retira, todo anticipaba un año complicado en la comunidad municipal y por extensión para los vecinos.
Elección e inflación, las dos variables que podrían jugar en contra para un acuerdo ceñido a la aspiración que dejó entrever la estimación de recursos y gastos para el año que viene. Una buena paritaria, el as bajo la manga de Daniele para ratificar su liderazgo entre los municipales.