[dc]E[/dc]n los últimos meses las mediciones privadas de la evolución de los precios no bajan del dos por ciento y, según dicen los economistas, así se mantendrían hasta fin de año, con lo que el 2013 cerraría con el 25% de inflación, una cifra que –por supuesto- está lejos de la del Indec, que es del 10% anual. En los últimos siete años, los precios medios de alimentos y bebidas relevados por consultoras, deja un saldo de 365,8% con un promedio de 24,7% anual. Los productos con mayores alzas en general fueron las frutas y verduras frescas (con aumentos de hasta 39,6% promedio por año); también estuvieron en los primeros puestos las facturas. En la otra punta, con subas más acotadas, aparecen el yogur, el té en saquitos y los fideos secos.
La inflación de setiembre se ubicó nuevamente en torno a 2% mensual, de acuerdo a relevamientos privados. Según el “Índice Congreso”, el aumento fue de 2,11%. Así, en términos interanuales, el Índice de Precios al Consumidor que miden las consultoras privadas y divulgan legisladores del Congreso, ubicó la inflación de septiembre en 25,4%. Para el noveno mes del año la Canasta del Profesional Ejecutivo (CPE) relevada por el Centro de Economía Aplicada de la universidad CEMA registró una suba de 1,95%, con una acumulación interanual del 24,5%.
En el desagregado, todos los capítulos de la CPE tuvieron un incremento en septiembre mayor al 1%, con excepción de Esparcimiento y Educación (+0,44% y 0,53%, respectivamente). El aumento mensual estuvo principalmente impulsado por la suba en los precios del bloque Equipamiento y Mantenimiento del Hogar, de 4,72%, seguido por Salud (+3,3%) e Indumentaria (+2,7%). Alimentos y Bebidas también tuvo una suba sobre el nivel general, de 2,44%. Transporte y Comunicaciones, el bloque “otros” y Vivienda y Servicios Básicos tuvieron incrementos más moderados, aunque importantes (1,56%, 1,14% y 1,06%, respectivamente).
Al observar la variación acumulada en los primeros nueve meses del año, se puede notar que los capítulos de Alimentos y Bebidas, Transporte y Comunicaciones y Salud acumulan un alza menor a la del índice general, incluso por debajo del 24%. De acuerdo al reporte del CEMA, esto podría reflejar un efecto, aunque marginal, de los controles de precios ejercidos por la Secretaría de Comercio Interior sobre algunos de los ítems de la CPE.
Un informe del Ieral de la economista Constanza Pérez Aquino señala que hasta mayo del 2008, el Indec publicó en sus informes de inflación los precios medios de una canasta de alimentos y bebidas. En la actualidad, como referencia se toma el índice elaborado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA), que incluye los principales precios medios de algunos productos entre los que se encuentra una lista de alimentos y bebidas. Los productos que coinciden en ambos relevamientos son 52. Este rubro representa alrededor del 30% de las dos mediciones.
Si se toman los datos de precios medios de la canasta de alimentos y bebidas coincidentes y se comparan los de agosto de 2006 con los del mismo mes de 2013, publicados por el Indec y el IPCBA respectivamente, se registra una inflación promedio en la canasta de 24,58% por año (365,78% en los 7 años).
Los zapallitos lideraron el ranking de 52 productos con la mayor suba, de 936,8% en siete años, pasando de $ 2,12 en agosto de 2006 a $ 21,9 en agosto de este año. El aumento del precio promedio por año para este producto fue de 39,67%. El tomate redondo le siguió con el 762,1% (o 36,04% promedio por año), pasando de $ 1,9 a $16,4 el kilo. En tercer lugar estuvieron las facturas con un aumento de 671% en siete años (33,9% promedio anual).
En el extremo inferior del ranking se ubicó el yogur bebible que aumentó 93,33% en los siete años, o 9,88% promedio por año, pasando de un precio de $ 1,08 a $ 2,09 los 200 centímetros cúbicos (cc). Siguió el té común en saquitos con una inflación de 123,8% en siete años (12,2% promedio anual) pasando de $ 3,19 a $ 7,14 las 50 unidades. Los fideos secos largos ocuparon el tercer lugar entre las menores subas, con un aumento de 169,6% en siete años (15,22% promedio anual).
La totalidad de frutas y verduras frescas de la lista de productos (12) tuvieron un aumento de precios por arriba de la media. ¿Será que los precios de estos productos son de los más “libres” de la economía? Se pregunta el reporte del Ieral. Y explica que se trata de un mercado cuya oferta no puede ser retenida ya que es perecedera y el precio al que se ofrece dependerá de esa cantidad producida y de lo que los consumidores estén dispuestos a pagar que, a su vez, responderá a su nivel de salarios (entre otros factores). “Además, por sus características, son mercados que difícilmente puedan ser alcanzados por políticas de regulación de precios”, dice.